Después de 10 etapas, el Tour de Francia paró este martes las máquinas para disfrutar en Toulouse de la primera jornada de descanso en medio del debate acerca de si existe alguna estrategia o método para derribar el dominio del esloveno Tadej Pogacar.
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Poggi es líder real en la general, aunque el maillot amarillo reposa de manera provisional en la espalda del irlandés Bean Healy.
Campeón del mundo y triple vencedor de la prueba francesa, Pogacar no ha decidido el Tour, pero maneja la batuta de la carrera a su antojo, ha ganado dos etapas con autoridad y en la crono sacó tiempo a su rival directo, el danés Jonas Vingegaard. Les separan 1.17 minutos.
De momento nadie ha puesto en serios apuros a Pogacar, aunque el Visma ha intentado movimientos para ponerlo contra las cuerdas.
El equipo de Vingegaard, más potente que el de su enemigo, que acusará la baja del portugués Almeida, deberá inventar el antídoto para derrocar al esloveno, para destapar sus debilidades, si las tiene, y obligarle a doblar la rodilla, como aquella etapa en el Granon del Tour 2022.
Tras el descanso en Toulouse y una etapa de este miércoles (156.8 km) para el esprint de trámite, llegan los Pirineos.
El apretón de manos entre Pogacar y Vingegaard firmando tablas en el Puy Sancy dará paso a la batalla sin cuartel a partir del jueves en el Hautacam, el primer coloso pirenaico, preludio de la cronoescalada del viernes en Peyragudes y de otra interesante jornada en Superbagnères.
