Japón se clasificó a los octavos de final del Mundial de Rusia 2018, a pesar de haber caído 0-1 ante Polonia en el duelo que cerró la actividad del Grupo H.
El boleto llegó por la vía del fair play y gracias a la victoria de Colombia 1-0 sobre Senegal.
Los japoneses sufrían desde el minuto 59, cuando Jan Bednarek marcó el gol polaco, pero se relajaron a 15 minutos del final luego de que Yerry Mina anotó el tanto del triunfo sobre los africanos.
Con esa combinación, los nipones estaban en siguiente ronda, gracias a que recibieron menos tarjetas amarillas que los senegaleses.
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Japón se enteró de la buena noticia y ya no jugó más, paseó el balón en el mediocampo y no atacó. Polonia, ya eliminada y con el triunfo en la bolsa, no molestó.
El partido tomó un rumbo extraño y pocas veces visto. Parecía que los equipos no querían seguir. El árbitro adicionó tres minutos, pero un jugador de Polonia se tiró al suelo, los asiáticos sacaron el balón y entonces el central pitó el final.
Los abucheos de los aficionados no se hicieron esperar.
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