La tranquilidad del parcelamiento San Rafael, en el Jocotillo de Villa Canales, se interrumpió la mañana del 5 de febrero con una tragedia que marcó a la población de este lugar.
Don Cipriano Álvarez quiso ayudar a su hijo, Lusvin, el cuidador de un grupo de felinos del circo Hermanos Ponce. Cuando se disponía a darles agua a varios tigres enjaulados, cometió el error de introducir uno de sus brazos y uno de los animales lo atrapó. Al querer liberarse, introdujo el otro brazo y la fiera le arrancó ambas extremidades.
- POR SI NO LO VISTE:
El hombre fue trasladado al hospital de Cuilapa, en estado crítico, y su familia se quedó con la preocupación del futuro de don Cipriano.
Hoy, el desafortunado padre lucha por su vida, mientras que sus allegados no saben qué ocurrirá con él.
El día después
El lugar del ataque se encuentra a 48 kilómetros de la capital. Se trata de una comunidad de agricultores que ahora vive con temor de que se pueda suscitar un nuevo ataque.
“Mi papá se acercó para darles agua, pero introdujo los brazos y fue el momento que aprovechó el tigre para atacarlo. No sabemos qué vamos a hacer, mi familia quiere que nos den una indemnización por lo ocurrido”, expresa Lusvin Álvarez.
Según los vecinos del lugar, los animales llegaron hace varios meses, pero hace tres que la familia se trasladó al terreno para hacerse cargo de los animales que pertenecen al circo Hermanos Ponce.
Durante un recorrido efectuado en el lugar, se pudo observar a una llama que también pastaba ahí.
Inspección
El Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) visitó el lugar donde se encuentran los animales resguardados, donde hizo un inventario del total de especies que viven en el circo.
“Fuimos a verificar la situación de los animales. Encontramos a trece felinos enjaulados, un camello y una llama. Ellos presentaron los permisos para tener estos animales, los cuales estaban en orden y están registrados como colecciones privadas”, explicó Jimmy Navarro, del Conap.
Legislación
El Conap detalla que el 11 de abril se vence el plazo para que los circos dejen de utilizar animales en sus espectáculos públicos, los cuales pasarán a colecciones privadas, como reservas o zoológicos.
Mientras se dilucida la situación, los vecinos temen por su seguridad, ya que creen que uno de estos animales pueda saltar las paredes del lugar donde están resguardados y atentar contra los vecinos del parcelamiento San Rafael.
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