Integrantes de una banda delincuencial fueron condenados a más de 250 años de prisión, pero una sala anuló la condena y ordenó su inmediata libertad.
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En diciembre de 2016 fue desarticulada una estructura criminal denomina "Los O" o "Los Oajaca"; las investigaciones detallaban que se dedicaban al sicariato en Suchitepéquez.
En julio de 2022 la estructura integrada por ocho personas fue condenada entre 7 y 256 años de prisión por el asesinato de seis personas, incluida Delia Charchal, hija del exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, Douglas Charchal.
Sin embargo, la condena por los delitos de asesinato, asesinato en grado de tentativa, lesiones leves, encubrimiento propio, encubrimiento impropio, cohecho pasivo y obstrucción de justicia fue anulada por orden de la Sala Quinta de Apelaciones de Quetzaltenango.
En su resolución, la Sala asegura que no se presentaron suficientes pruebas para demostrar la culpabilidad de los condenados, por lo que deben quedar en libertad inmediata.
El asesinato de la hija de un exmagistrado
El 3 de agosto de 2015, el asesinato de Delia Gabriela Charchal, hija del exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Douglas Charchal, pasó desapercibido a nivel mediático; sin embargo, para la Fiscalía de Delitos Contra la Vida fue el inicio de una investigación que llevaría a una estructura de sicariato y tráfico de drogas a la cárcel.
En Mazatenango, Suchitepéquez, se rumoraba acerca de una nueva pareja: la joven Charchal y Mynor Fabricio Oajaca Quiroa, integrante de una familia de poder en la localidad.
Sin embargo, la relación sentimental tuvo un trágico final. De acuerdo a las fuerzas de seguridad, a principios de agosto de 2015, la pareja habría enfrentado una discusión grande que provocó la ira de Oajaca.
Charchal, por su parte, optó por distraerse con sus amigos; pero esa decisión llevó a que la venganza de su novio fuera un asesinato múltiple que tiñó de sangre la región suroccidente del país.
El 3 de agosto de 2015, entre la ola de campaña electoral que invadió al país, el hallazgo de dos cuerpos en la finca Agelia Chitalón, en Cuyotenango, Suchitepéquez, pasó casi desapercibido.
Sin identificar a las víctimas, los medios locales relataron que se trataba de una pareja que había sido abatida con "un tiro de gracia", pero se trataba de Delia Gabriela y uno de sus amigos, Jorge Eduardo Morataya.
El 4 de agosto, autoridades localizaron los cuerpos de José Daniel Mazariegos Chocoj y Karen Jeaneth Cordón en el interior de un picop, en la finca Santa Marta Ingenio Pantaleón, Siquinalá, Escuintla; y el 5 de agosto, el de Luis Adrián Melgar, en El Palmar, Quetzaltenango.
De acuerdo a la Fiscalía, todos los asesinatos tienen como denominador común que se trataba de amigos de Charchal, cuya vida fue acabada por la estructura de sicarios, de la que Oajaca, alias El Patrón o El Tigre, era el jefe.
Tras conseguir las pruebas necesarias para una autorización judicial, agentes de la PNC y delegados de la Fiscalía de Delitos Contra la Vida realizaron una serie de allanamientos el 18 de diciembre de 2016.
La red desarticulada de sicarios tendría nexos con el cártel de Sinaloa, cuyo líder es Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, según detallaron las autoridades en ese momento.
