Hay situaciones que pasan sin que puedas encontrarles alguna explicación. Hay acciones que te marcan la vida, unas golpean y destruyen, otras golpean y fortalecen. Todo depende de la capacidad para asumir y responder, de la fuerza para levantarse, a pesar de caer.
Una mañana de octubre, mientras entrenaba con Siquinalá, Roberto Cóbar sufrió un pelotazo en los testículos. Pensó que el dolor era normal, pero no fue así, había algo más.
Después de estudios más profundos le diagnosticaron un tumor que lo obligaría a alejarse de las canchas y no solo eso, su vida tomaría un rumbo inesperado.
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"Toto", como lo conocen en el balompié guatemalteco, es un futbolista profesional de 29 años. Jugó en Deportivo Petapa, Iztapa, Universidad de San Carlos, Sololá y había disputado ocho partidos del Apertura 2018 con Siquinalá.
Se desempeña como defensa central, va bien en el juego aéreo. Es cumplidor, no se arruga en los balones divididos, ordena y es aplicado. Nunca niega una entrevista, aunque a veces en la cancha las cosas no salgan.
Cóbar siempre tiene una sonrisa, incluso ahora. De ese joven que reparte fútbol en los estadios al que atiende la entrevista solo hay una diferencia: el cabello.
"Acá estoy con una nueva fase en mi vida, con una enfermedad que surgió inesperadamente y pues luchando cada día, con lo positivo que tiene que ser uno en la vida", dice el espigado futbolista.
Roberto luce bien, esta muy animado. "Todo ha marchado muy bien, los exámenes han salido bien, ya estoy en la última etapa de las quimioterapias", cuenta, aunque no oculta que a un principio fue difícil, "Me diagnosticaron el tumor y fue una noticia muy dura, que nadie se la espera, pero lo pude asimilar de la mejor manera".
El apoyo de su familia, su novia y sus amigos ha sido fundamental. Cóbar es un guerrero y asume esta etapa de su vida con tranquilidad. "Todo eso te fortalece. Yo siempre he sido una persona positiva, que siempre busca mejorar y estar bien. Gracias a Dios mi cuerpo lo asimiló de la mejor manera y eso también me llenó y me dio fortaleza", afirma.
Inicia la última fase de su tratamiento, piensa en volver a las canchas, pero lo primero para él es estar bien de salud. Roberto Cóbar ve el balón, sonríe y apunta a ganarle al cáncer en el partido de su vida.
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