En medio de críticas y una fuerte reacción de molestia, Donald Trump insistió en que cambiará el nombre del Golfo de México por el de Golfo de América, pero ¿realmente puede hacerlo?
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Durante más de 400 años, la cuenca oceánica ha sido conocida como el Golfo de México. Registros históricos cartográficos dan muestra que así se le ha llamado desde el siglo XVI.
El Golfo de México cubre el océano Atlántico y el mar Caribe entre los litorales del este de México, el sureste de Estados Unidos y el occidente de la isla de Cuba.
En México cubre los estados de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán. Mientras que en Estados Unidos (EE.UU.) abarca las costas de Florida, Alabama, Misisipi, Luisiana y Texas; y en cuba: Pinal del Río y Artemisa.
Según la Asociación Histórica del Estado de Texas, durante un siglo se le consideró parte del océano Atlántico y se le denominaba: "Mar del Norte", "Golfo de Nueva España", "Golfo de México" y, más común, "Seno Mexicano".
Mario Trujillo, historiador y profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de México (UNAM), explicó en varias entrevistas a medios locales, que no existe un registro de quién nombró el área como "Golfo de México", pero se le conoce con ese nombre desde el Siglo XVI.
¿A quién le pertenece el Golfo de México?
Toda esa porción de agua conformada por más de 1.6 millones de kilómetros cuadrados no pertenece a ningún Estado. Eso sí, hay algunas partes que fueron divididas a través de acuerdos y tratados de delimitación internacional.
Tal como ocurre entre Guatemala y Belice, durante muchos años existió una disputa territorial entre EE.UU., México y Cuba sobre la delimitación fronteriza del Golfo de México.
Sin embargo, en 1970, EE.UU., México y Cuba lograron los primeros acuerdos de delimitación geográfica para resolver las diferencias fronterizas sobre los límites marítimos del Golfo de México, incluida la explotación de petróleo, el cual suministra en un 14% al territorio estadounidense.
De igual manera, la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar reconoce el nombre del Golfo de México.
¿Puede Trump cambiar el nombre?
Expertos mexicanos han hablado sobre el tema desde que Trump lo mencionó el 7 de enero durante una rueda de prensa y en su mayoría han afirmado que el ahora Presidente de EE.UU. necesitaría del aval de México y Cuba para hacerlo, además de que se requiera efectuar un acuerdo ante las Naciones Unidas.
Además, el presidente estadounidense tendría que efectuar una evaluación y aprobación por parte de instituciones internacionales como la Organización Hidrográfica Internacional, de la Convención de Naciones Unidas sobre el Derechos del Mar y del Grupo de Expertos de Naciones Unidas en Nombres Geográficos.
"Vamos a cambiar el nombre del Golfo de México por el 'Golfo de América', que suena muy bien y abarca una gran extensión de territorio. Qué nombre tan hermoso. Y es apropiado, realmente lo es", dijo Trump ese 7 de enero.
De inmediato la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió: "El Golfo de México es reconocido el nombre por Naciones Unidas, pero ¿por qué no le llamamos América Mexicana? ¿Se oye bonito, no?".
Pero, a pesar de la gran oposición y rechazo, Trump no tendría tanto problema para hacer realidad el cambio que prometió a principios de enero y que reafirmó este lunes 20 en su toma de posesión.
¿Por qué? En EE.UU. existe una entidad llamada US Board on Geographic Names (Junta para Nombres Geográficos) la cual tiene como objetivo mantener un uso uniforme de los nombres geográficos del Gobierno Federal y, aunque no crea el nombre, debe aprobar o rechazar lo que le proponen las agencias federales, gobiernos estatales, locales y por las personas en general.
No obstante, en su sitio web, la Junta explica que solo se consideran los cambios de nombre por "razones imperiosas" y explica que su política es establecer los nombres respecto al uso y aceptación general.
Si Trump decidiera hacer el cambio a través de Board on Geographic, podría hacerlo. Eso sí, sería únicamente a nivel interno de EE.UU.
En tanto, si el recién nombrado Presidente de EE.UU. busca hacer el cambio, se convertiría en el primer mandatario estadounidense en impulsar un cambio de nombre geográfico.