El niño Jesús, la Virgen María y José están tras las rejas en una controversial representación de la Sagrada Familia, la cual representa a los migrantes separados en la frontera sur de Los Estados Unidos.
La Iglesia Metodista Unida de Claremont (UMC por sus siglas en inglés) transformó su tradicional pesebre en un símbolo de la separación familiar, al enjaular las estatuas de La Virgen María, José y el niño Jesús.
La replica es una protesta sobre la situación de cientos de familias que llegan a la frontera sur de los Estados Unidos buscando el sueño americano, el cual para muchos, termina en un pesadilla para padres y niños que tras ser detenidos por la Patrulla Fronteriza son separados y enviados a distintos centros de detención alrededor del país.
La imagen del pesebre fue publicada en las redes sociales por la ministra de la iglesia Karen Clark Ristine con una sentida descripción al pie de la foto: "Conmovida hasta las lágrimas por la natividad de Claremont UMC. Dentro de la iglesia, la Sagrada Familia se reúne".
La representación teológica proyectada con la natividad: en un tiempo en el que las familias refugiadas buscan asilo en nuestras fronteras y están separadas entre sí, consideramos a la familia de refugiados más conocida del mundo.
Tuvieron que migrar
Jesús, María, y José, la Sagrada Familia. Poco después del nacimiento de Jesús, José y María fueron obligados a huir con su hijo bebé de Nazaret a Egipto para escapar del rey Herodes, un tirano. La familia huyó temiendo su separación y muerte.
Imagina a José y María separados en la frontera y al niño Jesús, no mayor de dos años, separado de su madre y colocado detrás de las vallas de un centro de detención de la Patrulla Fronteriza, como los más de 5,500 niños migrantes han sido separados de sus padres durante los últimos tres años.
En la escena de la iglesia Metodista United Claremont esta Navidad, la Sagrada Familia toma el lugar de las miles de familias sin nombre separadas en la frontera estadounidense.
*Con información de Univisión