Michael Jackson y George W. Bush se escaparon de las manos del famoso capo del narcotráfico, Pablo Escobar, y él mismo lo confesó en diversas oportunidades.
Una de sus peores tácticas de guerra para presionar al Estado, fue el secuestro. Varios políticos y periodistas quedaron cautivos en sus manos, algunos se lograron salvar, otros no corrieron con suerte.
Era tanto el poder del líder del cartel de Medellín, que intentó atrapar también a personalidades famosas, entre ellos el expresidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el fallecido cantante, Michael Jackson
Bush
Cuando George W. Bush se posesionó en el gobierno estadounidense en 1989 lo primero que hizo fue cambiar su estrategia antidroga.
Las autoridades colombianas se dedicaron a desmantelar laboratorios y destruir cultivos ilícitos, mientras en Estados Unidos decomisaban mansiones y propiedades. Por eso Bush se convirtió en la "piedra en el zapato" de Escobar, y entonces se escucharon rumores de que atentaría contra su vida.
Jackson
Escobar realizaba ostentosas fiestas en su hacienda Nápoles, con los mejores artistas del momento. Por eso, cuando su hijo Juan Pablo, hoy conocido como Juan Sebastián Marroquín, le propuso contratarlo, el narcotraficante decidió que, además, iba a secuestrar al cantante norteamericano. La idea era que actuara y se fuera la misma noche, por esa presentación pagarían cuatro o cinco millones de dólares.
El capo confesó que, incluso, planeó secuestrar a otros famosos de entonces: como la hija de Julio Iglesias, Chabeli Iglesias, así como a Ricardo “El Tigre” Gareca, el futbolista argentino.
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Con información de Sipse