El no caernos de la cama mientras dormimos tiene que ver con la memoria implícita que desarrollamos desde temprano.
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Desde muy pequeños, a los seres humanos se nos acostumbra a dormir en un espacio determinado.
Claro que, en los primeros años de vida, los padres de familia son los encargados de velar por que a sus hijos no les pase nada en el entorno que elijan para ellos.
Una cuna, cama en alto, almohadas gruesas y largas a modo de barrera, cualquiera que sea el caso para evitar caídas nocturnas desde pequeños, con el paso del tiempo se dejan de utilizar.
¿Cómo es que no nos caemos mientras dormimos?
En la edad adulta, existe la probabilidad de que una persona se despierte y observe que terminó en el suelo tras unas largas horas de sueño.
Sin embargo, esto es poco probable ya que con el paso de los años se desarrolla un proceso de aprendizaje inconsciente que permite medir el territorio y evitar salirse de este mientras se descansa.
Por ejemplo, el aprender a manejar bicicleta. Es una experiencia que no se suele olvidar, aunque puede resultar dificultosa si no se practica. Pero el dormir es una actividad que se hace de forma diaria y por lapsos de tiempo.
Cabe destacar que, alguien que cae repetidas veces del colchón debe acudir a un especialista en trastornos del sueño pues no es algo considerado normal para una persona.
