Puede que a alguno de ustedes (las encuestas dicen que no muchos) no les guste lo que está pasando en Guatemala. Tienen todo el derecho a no sentirse identificados con el proceso, a pensar que este debe ser más lento y a que no les guste que haya intereses foráneos (que los hay) en el mismo.
Incluso, aunque estén muy equivocados, pueden verlo como una conspiración de izquierdas, como una situación en la que grupos no afines a su ideología van a ganar espacio.
Pueden, incluso, caerles mal personas en lo particular. Desconfiar de ellas, dudar de que un país bajo su liderazgo o influencia pudiera estar peor. Todo válido.
Pero, por favor, no hay que hacerse el baboso con cosas muy importantes. El relato de Monzón es real. No me refiero a las situaciones y nombres concretos. Me refiero a su descripción del mecanismo, del sistema sistemático (valga la redundancia) de saqueo.
La corrupción no es algo etéreo en Guatemala, como algunos quisieran hacernos ver ahora. Toda evidencia según los enemigos de la Lucha contra la Corrupción es falsa, todo testimonio comprado (siempre compra el mismo lado por cierto) y todo detenido un preso político.
Puede usted también, considerar que Arzú fue un político eficiente, incluso visionario. Que sus logros exceden sus defectos y que sin él Guatemala sería un país distinto para mal.
Pueden también pensar que es Presidente Morales es un buen tipo atacado injustamente. Que si su hijo, que él no sabía, que qué pena etc. Está bien, tenga esa imagen si quiere de él.
Pero, por favor no ignoren de qué lado se puso esta dupla. No miren a otro lado ante la pregunta de qué están defendiendo. Está defendiendo el mecanismo, el de la corrupción.
“Guatemala está bien, no necesitamos esta institución” nos dicen. “Tenemos problemas como todos los demás países pero vamos creciendo”.
¿Está usted de acuerdo con eso? ¿Va a defender, después de decir durante décadas que estamos muy mal que siempre no, que este país tiene un desarrollo “normal” y problemas “como los demás”?
La CICIG no es perfecta, el MP menos. Los errores son evidentes y las limitaciones claras, pero ¿qué alternativa presentan los anticicig? Pese a todo lo que se puedan imaginar, argumentar o inventar ¿a alguien le queda alguna duda de que una Guatemala en estos momentos sin la Comisión se convertiría en un Mecanismo 2.0?
Usted sabe que es verdad. Nos comerían los Sinibaldizones, nos devorarían, fagocitarían cual Pacman todo a su paso y habría poco material para reconstruir Guatemala.
No se engañe y no se haga el baboso.
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