El Ministerio Público (MP) embargó Q34 millones 798 mil relacionados a Marco Tulio Abadío y a su hijo Junior Vinicio Abadío Carrillo.
El primero fue Contralor General de Cuentas y Superintendente de Administración Tributaria a inicios de los dos mil. El segundo, como dueño de una litografía colaboró con el saqueo en la SAT mientras su padre era el jefe de esa dependencia. Ambos fueron sentenciados a penas de prisión, pero el padre recobró la libertad con el beneficio de redención de penas por trabajo, mientras que el hijo sigue en prisión cumpliendo la condena.
La Unidad de Extinción de Dominio de la Fiscalía contra el Lavado de Dinero, investigó una denuncia de la Intendencia de Verificación Especial (IVE) de 2004. Los investigadores afirman que la investigación tomó bastante tiempo y fue difícil el rastreo del dinero debido a que la fiscalía que lo investigó penalmente en aquella época no detectó el rumbo del dinero.
Los hechos ocurrieron cuando Abadío Molina fungió como jefe de la SAT. Se determinó que los fondos sustraídos se depositaron a cuentas bancarias de Marco Tulio Abadío, su hijo Junior, la litografía Free Hands y la empresa Construcciones Nueva Era, cometiendo el delito de lavado de dinero, asegura la fiscalía.
El dinero se invirtió a plazo fijo y se adquirieron bonos hipotecarios y así se benefició la familia de Abadío y terceras personas.
El MP explicó que la Ley de Extinción de Dominio entró en vigencia en 2011 y "la normativa establece que se debe iniciar el proceso de extinción no importando el tiempo en que hayan ocurrido los hechos delictivos".
