Al final, José Mourinho ganó la batalla. La verdad es que poco podía hacer Bastian Schweinsteiger, apartado del equipo desde la llegada del portugués antes del comienzo de esta temporada.
Algo vio Mou que no le gustó, y envió al mediocampista a entrenar con el equipo de reservas, lo cual desató las críticas de los aficionados alemanes. Schweinsteiger, leyenda de la selección alemana y del Bayern München había sido humillado por un entrenador que ni siquiera le dio una oportunidad.
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Los rumores comenzaron a surgir, y los diarios aseguraban que “Schweini” tenía ofertas para volver al Bayern o para iniciar una aventura en el AC Milán, aunque el propio jugador emitió un comunicado en el que explicaba que el Manchester United sería su último club de Europa.
Cuando parecía que no tenía otra opción más que esperar hasta el mercado de invierno, el club inglés dio la sorpresa al anunciar la rescisión de su contrato. En otras palabras, lo despidieron. El tema con este tipo de decisiones es que suponen una “jugosa” indemnización para el jugador, así que Schweinsteiger se embolsará casi 8 millones de euros.
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Con 32 años, el alemán no ha anunciado qué será de su futuro. Algunos medios especulan con la retirada, aunque sería extraño porque seguramente tendrá ofertas para seguir jugando. En el Manchester United disputó 31 partidos, marcó dos goles y dio dos asistencias, todo la temporada pasada bajo las órdenes de Louis Van Gaal.
Con información de Sport.es
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