En los últimos años se ha visto a más personas tener infartos en medio del tráfico de la Ciudad de Guatemala.
EN CONTEXTO: ¡Iba a traer estudiantes! Piloto de bus escolar muere de infarto
Un piloto de bus escolar, de 45 años, se levantó esta mañana de febrero sin saber que llegaría a su última parada. Aparentemente, el hombre se dirigía a recoger a estudiantes, ahora que ha comenzado el ciclo escolar.
Se cree que comenzó a tener una emergencia de salud mientras se conducía en medio del tráfico de Villa Canales, por lo que se aorilló en la carretera. Se sentó en las gradas del bus, probablemente sosteniéndose el pecho. Los bomberos voluntarios lo encontraron en el lugar e intentaron reanimarlo, pero fue imposible. Por el momento, los bomberos se lo atribuyen a un problema cardíaco.
Historias como estas se han vuelto comunes en el mundo, y Guatemala no ha sido la excepción. Los infartos al volante se vuelven cada vez más una posibilidad a la que los guatemaltecos se enfrentan cada día tras cruzar un intenso mar de vehículos, con el fin de llegar a su destino.
¿Por qué pasa?
El doctor Walter Antonio Mazariegos, Director General de la Unidad de Cirugía Cardiovascular de Guatemala (UNICAR), detalló en una entrevista que estas muertes súbitas en el tránsito estarían relacionadas al estrés y un decadente estado de vida del que el país no podrá salir a menos de que se haga un esfuerzo multisectorial.
El estilo de vida que obliga a muchos guatemaltecos a salir de sus hogares en horas de la madrugada para adentrarse en el tránsito y perder 2 horas promedio, hace que haya problemas en los hábitos de sueño, de alimentación y en la producción de la hormona cortisol, poniendo en riesgo la salud cardiovascular.
"Cuando andamos en el tráfico pesado, se está liberando de forma continua esta hormona que hace que el corazón tenga que trabajar más, las arterias de desgastan más y eso hace que el corazón en cualquier momento pueda fallar", relató Mazariegos a Soy502.
Además, la Asociación Americana del Corazón indica que la falta de sueño puede causar problemas para el corazón. Un adulto promedio debería dormir de 7 a 9 horas. Sin mencionar las comidas, pues muchos adultos no desayunan, o se alimentan incorrectamente.
El problema con este fenómeno, es que es muy difícil salir de él, porque tiene que ver con la forma de vida. Según Mazariegos, a largo plazo esto podría tener graves consecuencias en la salud y es necesario que las autoridades se preocupen por las enfermedades cardiovasculares y crónicas, que cada vez son detectadas más temprano en los pacientes.
El doctor explica que cuando empezó su residencia hace 26 años, solía ver enfermedades como la hipertensión en personas de 60 años, pero ahora las ha visto en pacientes de hasta 35 años.
Según los datos la Dirección de Tecnologías de la Información, en el 2022 hubo 182,762 casos de morbilidad por hipertensión esencial. Además de esto, las enfermedades crónicas, las comunes que se controlan pero no se curan, son muy costosas. Según el Director de UNICAR, el medicamento para diabetes cuesta entre 400 y 600 quetzales.
Ante la problemática, el director de UNICAR hace un llamado a las autoridades que puedan crear políticas y programas a fin de mitigar las causas.