Samantha Hansen se encontraba en una investigación en Antártida cuando descubrió un lugar donde arriba era lo mismo que abajo y el suelo se mezclaba a la perfección con el cielo.
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En el lugar donde se hallaron vestigios de estas estructuras naturales cuenta con una temperatura de -62°C, en un entorno implacable donde ni siquiera se adentra la vida silvestre.
La experta de la Universidad de Alabama y la Universidad Estatal de Arizona, ambas en EE.UU. las halló junto a otros científicos con los que trabajaba en montar una investigación sismológica en 2015, así descubrió cadenas de "montañas" ocultas bajo la tierra inexploradas.
A pesar de ser muy misteriosas podrían ser muy comunes y explicar la existencia de los volcanes en lugares inesperados. "Encontramos evidencia de ULVZ en todas partes", dijo Hansen a CNN.
¿Por qué son tan misteriosas estas montañas?
Se toman como misteriosas porque se presentan en un sitio crítico entre el núcleo metálico del planeta y el manto rocoso que lo rodea, por ello son muy difíciles de explorar, supuestamente están en una especie de cementerio donde caen todas las piezas en el fondo del océano, la detección de estas inició en 1996, con la exploración del límite entre el núcleo y el manto muy por debajo del Océano Pacífico central.
Según los especialistas, esta cadena montañosa es como sacada de otro mundo, algunos picos alcanzan los 40 km hacia el manto, 4,5 veces la altura del Everest, otros tenían solo 3 km de altura.
Se han encontrado montañas similares en lugares dispersos alrededor del núcleo de la tierra, algunas son particularmente grandes como una bajo Hawái. En comparación, el Everest sería cuatro veces más pequeño que alguna de estas montañas interiores descubiertas.
Al momento no se sabe cómo se formaron pero una de las teorías es que son partes del manto inferior que se ha sobrecalentado por proximidad con el núcleo incandescente de la Tierra.
Estas montañas estarían hechas de basalto, material diferente al manto circundante y podrían ser los restos de la antigua corteza oceánica que desapareció acentándose en el núcleo.
Las estaciones sismográficas que permitieron detectar estas montañas:
