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No hay perro en este mundo (ni gato) que no ame tomar largas siestas sobre la alfombra, pero su peculiar "olor" y uno que otro accidente, vuelven ese espacio alfombrado y confortable en un sitio con olores extraños.
A veces intentando limpiar con algún líquido, añadimos humedad y la alfombra termina peor. Si este es tu caso, no te preocupes aquí te explicamos cómo solucionar el tema sin tener que tirar la alfombra ni quitarle a tu amigo su lugar favorito.
Tus aliados : bicarbonato y aspiradora
Estos dos ingredientes son justo lo que necesitas para este oficio. Si quieres darle olor, no solo quitarlo, entonces deberás buscar algún aceite esencial que te guste. Lavanda o vainilla, por ejemplo.
Pasa la aspiradora por la alfombra para retirar todo el polvo, restos de fibras, pelos de mascota, etcétera. Tiene que quedar completamente limpia para proceder al siguiente paso.
Esparce el bicarbonato sódico por toda la alfombra. Para perfumarla, añade unas gotas de aceite esencial al bicarbonato antes de echarlo sobre la alfombra.
Deja actuar la mezcla durante al menos tres horas, cuanto más tiempo lo dejes más olores absorberá. Después, vuelve a pasar la aspiradora y retira todo el bicarbonato.
¡Listo, la magia ocurrirá!
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¿Y si mi mascota tuvo un accidente “líquido”?
Si son cachorros o muy viejitos no podremos huir de orines en la alfombra, pero no te preocupes que el bicarbonato también sirve en estos momentos.
Seca las manchas de orina fresca con un paño limpio. Absorbe tanto como puedas de la alfombra antes de limpiarla. Usa un paño limpio o varios pedazos de papel absorbente para dar toques sobre la alfombra y absorber el líquido.
Crea una solución de vinagre y bicarbonato de sodio. Combina 500 ml (2 tazas) de vinagre blanco, 500 ml (2 tazas) de agua tibia y 60 ml (4 cucharadas) de bicarbonato de sodio y viértelo en un frasco con atomizador. Rocía una buena cantidad de la mezcla sobre las manchas de orina de la alfombra y déjala reposar por 5 minutos.
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