Con menos de un año de estar casados y embargados por la alegría de pronto ser padres, Jorge Valentín Etec y Sadai Samayoa solían intercambiar tiernos mensajes en las redes sociales.
EN CONTEXTO: El terrible accidente que puso fin a una historia de amor
En febrero pasado, Etec anunciaba que pronto uniría su vida a Samayoa, a quien llamaba princesa en sus múltiples publicaciones en Facebook; sin embargo, 10 meses después fueron separados por la muerte.
El hombre, de 25 años y originario de Chimaltenango, falleció el sábado 16 de diciembre, producto de un fuerte accidente cuando conducía su motocicleta, en el kilómetro 59 de la ruta Interamericana.
Tras el trágico suceso, amigos de la pareja han recordado el amor que solían demostrarse, no solo en persona, sino también a través de Internet.
Uno de los mensajes que se ha difundido en la mencionada red es el que escribió Sadai en septiembre pasado, cuando colocó como foto de perfil una imagen en la cual se les ve caminando hacia el altar.
"Con cada sonrisa me enamoro más", comienza el texto que fue publicado por la joven, en el cual también promete amar a su esposo "por siempre".
Minutos después, Valentín respondió a su amada, agradeciéndole por sus "lindas" palabras. Asimismo, correspondió a su promesa y dijo que la cuidaría siempre, a ella su próximo bebé.
¿Qué ocurrió?
La tarde del sábado 16 de diciembre, los Bomberos Voluntarios de Chimaltenango recibieron un llamado de emergencia y se les pidió dirigirse al kilómetro 59 de la ruta Interamericana, en jurisdicción de Zaragoza.
Al llegar al sitio se percataron del fuerte impacto que recibió un automóvil, contra el cual se estrelló un motorista. Se trataba de Jorge Valentín Etec, quien, debido a la gravedad de sus golpes, perdió la vida.
Producto del incidente también resultó herida una mujer que viajaba en el carro, a quien se identificó como Alma Marleni de León, de 41 años. Después de evaluarla, los socorristas la trasladaron al Hospital de Chimaltenango.
Al enterarse de lo ocurrido, la esposa y otros familiares de Etec acudieron al lugar y, sin dar crédito a la escena, reconocieron su cuerpo.
