El portero belga del Real Madrid, Thibaut Courtois, no la pasó bien durante el juego donde enfrentó a su ex equipo, el que fuera su casa durante casi cuatro años: el Atlético de Madrid.
Durante el derbi de Madrid, el guardameta pasó desde una lluvia de silbidos y escupitajos, hasta una tormenta de ratas de peluche que lanzaron desde la grada los aficionados en el Wanda Metropolitano.
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Las ratas también fueron colocadas en la placa conmemorativa del portero en el paseo de leyendas del club, donde los aficionados también escupieron el nombre del meta.
El portero restó importancia a dichos eventos y dijo en la conferencia a los medios de comunicación que es normal que la afición se sienta molesta con este tipo de situaciones, pero como profesional "no lo veo importante, lo respeto", expresó.
Al final, el Real Madrid se llevó el triunfo 3-1 en un partido lleno de polémicas por el uso del VAR.