La cadena de moda, Zara, inició su adaptación a la nueva normalidad con el lanzamiento de probadores virtuales.
El confinamiento obligó a muchas marcas a reinventarse y esta marca española decidió "tomar al toro por los cuernos" luego de que sus tiendas permanecieran cerradas por más de dos meses.

La nueva normalidad lleva al negocio textil a dar un giro de 360 grados a temas de logística, operación y distribución, más con las reglas del distanciamiento que acompañarán a la población mundial por mucho tiempo.
Y es que, según la oficina del Censo del Departamento de Comercio de Estados Unidos (US Census Bureau), la moda fue el sector más afectado del país.
Marcas como H&M ya anunciaron el cierre del 68 por ciento de sus tiendas alrededor del mundo y planea iniciar miles de despidos.

Zara inició nuevamente en España con ciertas normas que podrían ser la constante en el resto de los mercados.
Desde ahora, para acudir a sus establecimientos, los clientes deben solicitar una cita previa y no se permitirá que las compras se extiendan por más de 30 minutos.
Esta norma aplicará para aquellos puntos de venta que se encuentran en Fase 0 (movilidad restringida). Para los que se encuentran en Fase 1, hay ciertos horarios para que las personas entren libremente: de 10 de la mañana a 2 de la tarde, o de 5 de la tarde a 8:30 de la noche.

El probador virtual de Zara ofrece una experiencia única y funcional al consumidor. Este cambia con cada prenda y solicita ciertas medidas para acertar en la talla.
El programa se nutre y aprende de los datos entregados por otros clientes interesados en la misma prenda, que tienen un peso o altura similar.
La herramienta puede utilizarse a través de la aplicación de la firma, tanto para comprar en su tienda online o en su tienda física y evitar así el paso por el probador.
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