Una de las primeras medidas tomadas por el gobierno de Alejandro Giammattei para enfrentar la pandemia de Covid-19 fue el cierre de los centros comerciales y por ende, de los negocios que operan en su interior. Los comerciantes que operan grandes cadenas o pequeñas boutiques en estos lugares, donde las rentas y el mantenimiento suelen ser costos onerosos, han sido de los empresarios más afectados por la emergencia sanitaria.
Aquí, tres de ellos, responsables de tiendas reconocidas, narran a Soy502 qué han hecho para sobrevivir una crisis que los ha mantenido con las tiendas cerradas desde el mes de marzo.
Johanna Poujol de Del Valle, Gerente General, Sport City
—¿Su empresa cerró o continúa operando?
—Nuestras tiendas están cerradas desde el 17 de marzo por estar en centros comerciales o dentro de gimnasios. Únicamente operamos online según las disposiciones lo van permitiendo por las restricciones de horarios y entregas vigentes.
—¿Cuántos colaboradores tiene?
—Somos 40.
—¿Ha despedido personal? Si lo ha hecho, ¿a cuántos colaboradores ha cesado?
Gracias a Dios únicamente despedimos a una persona pues su plaza dejó de tener sentido. Nuestra meta es no despedir a nadie y mantener las plazas de todos los colaboradores, son nuestra familia extendida y necesitan de nuestra sobrevivencia hoy más que nunca. Aplicamos la suspensión de contratos al 70% de la fuerza laboral que son quienes trabajan en centros comerciales, esperando poder retomar operaciones pronto.
—¿Qué porcentaje han caído las ventas?
—Alrededor de 86%.
—El personal despedido o suspendido, ¿está recibiendo alguna ayuda de parte del gobierno?
—Lamentablemente ninguno de los colaboradores ha recibido ayuda aún. Algunos recibieron un código de actualización. La empresa decidió adelantar el bono 14 a todos los colaboradores suspendidos para no desampararlos económicamente mientras esa ayuda llega. Los recursos que tenemos al no poder operar son extremadamente limitados y — para apoyarlos si esta situación se extiende más.
—¿Ha logrado renegociar pagos a proveedores, créditos y rentas?
—La mayoría de proveedores son extranjeros y han sido comprensivos en el tema del cese de operaciones, sin embargo, la presión por cumplir los acuerdos es fuerte pues también tienen presiones económicas. En cuanto a renta, los centros comerciales y gimnasios han sido un gran apoyo al no cobrar renta mientras no operamos. En contraparte, el mantenimiento sigue corriendo y al tener locales grandes y cerrados, se convierte en un rubro complicado de pagar.
—En cuanto a créditos, los bancos son quienes más recursos económicos tienen y parecieran no estar en sintonía con la situación. Luego de años de relación, la propuesta de uno de ellos fue pagar intereses en marzo, abril y mayo, y en junio pagar el capital de esos tres meses juntos más la cuota completa de junio, o volver a solicitar un nuevo crédito para re-estructurar la deuda. Cuán sencillo es para los bancos apoyar al comerciante, y pareciera ser de estos tres, quienes más han complicado la sobrevivencia.
—¿Ha emprendido otras actividades para mantener la operación?
—Nuestra venta online era enfocada en ropa, zapatos y accesorios deportivos. Nos adaptamos para poder ofrecer equipo de gimnasio con envío a domicilio. ¡Las familias necesitan ejercitarse para evitar caer en depresión, liberar endorfinas y mantenerse saludables!
—¿Qué podría hacer de manera diferente el gobierno para apoyar a empresarios como usted?
—Debo agradecer a Dios que esta situación la estamos viviendo bajo la presidencia actual. No es fácil y no hay una receta mágica ni perfecta. Los guatemaltecos necesitamos mayor estabilidad y un plan de acción claro para poder planificarnos organizadamente y no desperdiciar energía ni recursos en adaptarnos de forma abrupta con cambios de acción tan cambiantes. El guatemalteco es solidario, dinámico, chispudo y resiliente, pero funcionamos mejor bajo una planificación bien estructurada.
— Si pudiera aconsejar al gobierno ¿qué le diría?
—Que no se trata de tener que elegir entre salud o economía, ambas son fundamentales. Transcurridos dos meses, podemos enfocarnos en educar y concientizar a los ciudadanos, en trabajar en equipo con la iniciativa privada e instituciones de gobierno para implementar protocolos que permitirán aperturas graduales para reactivar el país, siempre protegiendo a los segmentos más vulnerables de la población. Para que las empresas sobrevivan, y además puedan tener liquidez para la inversión que será necesaria para implementar nuevos protocolos de higiene, salud y seguridad, se requiere con urgencia eliminar el ISO, que tiene un impacto negativo y directo sobre cualquier empresa que esté luchando para salir adelante en este momento.
Italo Clavería, Fundador y Director General, Tiendas Fratelli y Bass
—¿Su empresa cerró o continúa operando?
—Nuestra empresa esta cerrada desde el 17 de Marzo ya que nuestras tiendas Fratelli y Bass están en centros comerciales.
—¿Cuántos colaboradores tiene?
—En total somos 140 personas.
—¿Ha despedido personal? Si lo ha hecho, ¿a cuántos colaboradores ha cesado?
—Tuvimos que despedir a 15 personas porque algunas tiendas ya no abrirán cuando regresemos a la nueva normalidad.
—¿Qué porcentaje han caído las ventas?
—Las ventas están 90% abajo puesto que logramos salir a vender en línea, pero el comercio online no cubre mayor porcentaje de las ventas físicas.
—El personal despedido o suspendido, ¿está recibiendo alguna ayuda de parte del gobierno?
—Del personal suspendido, que es todo, todavía ninguno está recibiendo ayuda de los programas autorizados por el gobierno. Aquí nos damos cuenta de que las instituciones tienen poca comunicación entre sí y los candados legales hacen que todo sea muy burocrático y lento. Esta es una muy buena oportunidad para que vean en el Ejecutivo en dónde están los cuellos de botella y trabajar en ellos para tener un gobierno más productivo, más moderno, más digitalizado.
—¿Ha logrado renegociar pagos a proveedores, créditos y rentas?
—Sí hemos logrado renegociar pagos con proveedores extranjeros y locales. Los dueños de locales han mostrado mucha flexibilidad al no cobrarnos las rentas de los días que hemos estado cerrados. Pero aún así hay que pagar el mantenimiento que es mucho dinero sobre todo cuando no se tienen ingresos. Los bancos también han colaborado al flexibilizar las cuotas de capital y los tiempos extendiéndolos de acuerdo con la necesidad de cada cliente.
—¿Ha emprendido otras actividades para mantener la operación?
—La venta online y estamos contentos con los resultados. Estamos trabajando para mejorar toda esa parte de la digitalización para que nuestros clientes puedan comprar sin ningún riesgo y con confianza de pagar a través de sus tarjetas de crédito. Somos una empresa con 30 años de estar en el mercado y eso nos ayuda a que los clientes se sientan seguros.
—¿Qué podría hacer de manera diferente el gobierno?
—Yo creo que el Gobierno está haciendo lo que puede con lo que tiene pero creo que se podría mejorar si hubiera una mejor comunicación e interacción interinstitucional, entender que no debe haber banderas políticas en esta crisis como las que a veces se dejan ver en el Congreso, donde algunos diputados quieren sus 15 minutos de gloria a costillas de la crisis. Por ejemplo la entrega de las cajas de víveres, ¿por qué no usar el andamiaje que se tiene formado de hace muchos años por el Tribunal Supremo Electoral y que lo dirijan los Gobernadores o los delegados departamentales del TSE de las últimas elecciones? Las escuelas están cerradas así que allí puede ser el punto de recolección.
— Si pudiera aconsejar al gobierno ¿qué le diría?
—Mi consejo para el Gobierno sería mantener un ojo en los pies para ver cómo salimos de esta crisis de salud y el otro ojo en el horizonte para ver las oportunidades que se le abren a Guatemala con esta misma crisis. Por ejemplo, la posición geográfica de Guatemala es envidiable: el único país con frontera con el tratado de libre comercio más grande del mundo. Esos países, especialmente Estados Unidos, se dieron cuenta de que no pueden tener toda su producción en China, los fletes son muy caros y tardados versus lo que puede ser desde Guatemala. Y aquí lo que sobra es mano de obra. Además de que las relaciones con China están cada día más tensas.
—Hay que trabajar en ciertas leyes, la de trabajo de tiempo parcial, esa es urgente. Retomar el tema de salarios diferenciados para áreas vulnerables como el corredor seco. Eliminar el ISO, ¿qué empresa del extranjero quiere que le cobren impuestos por adelantado, deje utilidades o no? Para eso se instalan en El Salvador o en Panamá que están igual de cerca. Y así como todos nos vamos a apretar el cincho en los siguientes años, el Ejecutivo también debe hacerlo. El Mides, por ejemplo, debe desaparecer, todo lo que ellos coordinan perfectamente lo puede coordinar el Ejército Nacional que tiene una mejor logística y disciplina. Algunas secretarías como la del Niño y el Ministerio de Cultura deben desaparecer también y que sus tareas la tome el Mineduc.
—Congelar salarios y pactos colectivos en el Estado durante los próximos 4 años.
Amílcar Juárez, Gerente General, boutiques Kami
—¿Su empresa cerró o continúa operando?
—Cerramos el 90% de la operación porque 11 de nuestras 12 tiendas están en centros comerciales, en la capital y otras ciudades. Nos salvó que tenemos una tienda, la más antigua, y la bodega, fuera de centros comerciales.
—¿Cuántos colaboradores tiene?
—Somos 60.
—¿Ha despedido personal? Si lo ha hecho, ¿a cuántos colaboradores ha cesado?
—Suspendimos a casi todo el personal. Menos mal se contó con esa herramienta legal porque si no, se imagina el problema que hubiera sido. Solo continúa operando el personal de bodega y de la tienda que sigue abierta. Nos adaptamos: el mensajero es ahora repartidor de nuestros productos.
—¿Qué porcentaje han caído las ventas?
—Los primeros 15 días fueron terribles, perdimos casi el 100% de las ventas. Ahora estamos vendiendo alrededor de 8% de lo normal porque logramos activar la venta en línea.
—El personal despedido o suspendido, ¿está recibiendo alguna ayuda de parte del gobierno?
—No han recibido nada y eso que hicimos todo para que pudieran inscribirse en el programa de protección del empleo. Nos preocupa mucho porque con las ventas paradas hace dos meses, nosotros no podemos pagarles. Lo único que nuestros colaboradores han recibido es un código y no lo pudieron activar porque no funciona.
—¿Ha logrado renegociar pagos a proveedores, créditos y rentas?
—Las rentas, sí, pero el mantenimiento, los servicios, son un costo enorme, alrededor del 15 o 20% de la renta. Es durísimo, eso nos está desangrando. Llevamos 60 días cerrados y nos va a tocar renegociar cosas y tomar decisiones fuertes. Los lugares a la baja va a ser muy difícil mantenerlos abiertos.
—¿Ha emprendido otras actividades para mantener la operación?
—Impulsamos la tienda on line y creamos las entregas a domicilio. Tuvimos que migrar a eso, lo hicimos a la fuerza pero creo que ahora hay que aprovechar la tendencia. Los clientes probaron, vieron que funciona y hacia allá vamos. Pagamos un costo muy alto en renta, como 20% de nuestros ingresos, y ahora pienso que ese dinero se puede ir a mejorar los precios al consumidor, darle un mejor servicio.
—¿Qué podría hacer de manera diferente el gobierno?
—Yo veo que tienen un gran problema de ejecución. Uno de empresario con poco hace mucho mientras que ellos tienen todos los recursos pero les está costando demasiado ejecutar. Mire el tema de la protección del empleo, la ayuda que le deberían dar a los trabajadores, nosotros cumplimos con los requisitos el 7 de abril y luego de eso, hemos tenido que llenar dos veces adicionales la papelería.
—Luego es evidente que el gobierno está gordo: gastan en cosas innecesarias. En los centros comerciales uno ve pasar a los funcionarios, ahí van con sus camisas con el logo de gobierno, y andan con un ejército de guardaespaldas. Otros se mueven en caravanas. Todo eso es innecesario.
— Si pudiera aconsejar al gobierno ¿qué le diría?
—Que contrate a gente muy calificada. Hay muchos jóvenes preparados, con información actualizada. Hay que renovar al Estado, porque está lleno de gente que no deja avanzar. Nosotros vamos a tener que renovarnos para sobrevivir, ellos también. Necesitamos gente nueva, gente hábil y que no se cometan abusos, como esos salarios altísimos que se derivan de los pactos colectivos. ¿Qué hace un ujier del Congreso ganando como gerente de transnacional?