Mynor Lobos se acogió al procedimiento de aceptación de cargos y fue condenado.
EN CONTEXTO: Joven que vendió edificio al MP queda en prisión y ligado a proceso
Mynor Lobos decidió acogerse al procedimiento de aceptación de cargos y se declaró culpable del delito de testaferrato. Era acusado dentro del caso por la compra anómala del edificio para el Ministerio Público en la zona 5.
En una audiencia, Lobos dijo que se declaraba culpable por los hechos que el MP le imputaba, por lo que el Tribunal Séptimo de Sentencia Penal, decidió aceptar el procedimiento y condenarlo.
El joven deberá pagar 3 años de prisión conmutables a razón de Q5 diarios y una multa de Q33 mil.
El caso
El MP acusaba a Lobos de ser un presta nombres, (testaferro) para ocultar la verdadera identidad del dueño del inmueble en la zona 5. El vendió el edificio al MP, durante la gestión de Thelma Aldana, por un valor de Q35 millones.
Lobos figuraba como representante legal de la empresa Bertram, sociedad anónima, a la que se le adjudicó el contrato de compra-venta del edificio. Pero la fiscalía tiene indicios que no participó directamente en la negociación solo firmaba documentos.
A su nombre se realizaron todas las gestiones administrativas para el negocio, incluso requirió los servicios de corredor inmobiliario de la señora Teresa Concepción Lourdes Leitón Estrada, quien ya enfrentó la audiencia de primera declaración y se resolvió la falta de mérito.
Como indicio que Lobos no es el propietario real de Bertram, la Fiscalía de Asuntos Internos presentó un oficio del Banco Internacional de fecha 14 de diciembre de 2018 donde hacen constar que el firmante de la empresa no es el joven sino William Balz Gallardo, quien se encuentra prófugo.
Orden de captura
El MP tiene activa una orden de captura en contra de la exjefa de esta institución, Thelma Aldana, por autorizar la compra de un edificio por Q35 millones.
La orden contra Aldana es por los delitos de fraude y abuso de autoridad. Según el MP, la compra del edificio estuvo sobrevalorada por 3.5 millones de quetzales.
El inmueble estaba hipotecado en Q10 millones y para seguir con el trámite de compra, la deuda habría sido pagada por Willian Balz, quien sigue prófugo.
