Susan Redline, profesora de trastornos del sueño en la Escuela de Medicina de Harvard, investigó la razón de las pesadillas.
La neoyorkina se especializa en el sueño, cuarto pilar de la salud humana.
Sus estudios lanzaron que a nuestro cerebro le estimulan las novedades, pero le hacen bien las rutinas.
Si dormimos las mismas horas a la misma hora en un cuarto fresco, oscuro y silencioso lo mantendremos siempre activo, aprendiendo y consolidando lo aprendido en la memoria, donde se relacionan los recuerdos anteriores con los nuevos.
Además lanzó que las pesadillas funcionan como una forma de entrenamiento a nuestras emociones.
A la pregunta del por qué soñamos la especialista dijo:
"Soñamos para aprender. En la fase profunda del sueño procesamos lo aprendido durante el día y si es importante lo integramos a nuestra memoria", afirmó.
Además, afirmó que los niños duermen más porque lo necesitan, pues cada minuto del día estamos expuestos a estímulos absorbidos por el cerebro pero no memorizados.
Según la experta los datos triviales como nombres se pierden, pues al soñar limpiamos el disco duro del cerebro de datos que no necesitamos.
Pero lo más importante y lo que todos buscan ¿Qué pasa con las pesadillas?
"...También están vinculadas a la creatividad y a los procesos de codificación de emociones en la formación de nuevas conexiones neuronales", dijo.
"Las fases REM del sueño en que tenemos pesadillas son también las de aprendizaje emocional. Las pesadillas son simulaciones, a menudo absurdas, pero las emociones que sentimos son reales y nos entrenan", agregó.
Susan explica que a cierta edad ya estamos entrenados, pero es igual de necesario dormir bien porque el sueño previene el deterioro cognitivo.
¿Cómo? Al evitar la acumulación de desechos del funcionamiento del cerebro, porque activa el drenaje de sustancias desechadas por el cerebro como los beta alcaloides.
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* Tomado de El Clarín