Mientras en las comunidades aledañas a las faldas del Volcán de Fuego continúan los trabajos de búsqueda y rescate, en el Congreso las autoridades de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) y del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) se culpan entre sí sobre la falta de acciones inmediatas para evacuar las áreas.
El director del Insivumeh, Eddy Sánchez, explicó que esa institución presentó cuatro informes previos a que ocurriera la explosión del volcán, y dos posteriores en los que se indicaba sobre la actividad con flujo piroclástico, pero las autoridades de la Conred no los "leyeron bien".
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Sin embargo, el titular de la coordinadora, Sergio Cabañas, aseguró que el instituto no alertó de una manera explícita, ya que no se determinó con precisión hacia dónde irían los flujos. Además, en los documentos no se mencionó en "ningún momento" a las comunidades que fueron afectadas.
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"Hubo falta de comunicación", coinciden ambas autoridades. Sin embargo, el titular de la Conred señaló que, de haber recibido información oportuna del Insivumeh, hubieran actuado de una manera más ágil.
Tres horas tarde
Según Cabañas, la erupción del volcán se produjo a las 13:00 y el informe del Insivumeh para subir la alerta se emitió a las 13:45. No obstante, reconoció que fue hasta las 15:00 cuando dieron la orden para empezar a desalojar.
"Usted podría ponerse 75 lágrimas en la cara igual que los mareros" le dice @MarioTaracena al director de la @ConredGuatemala, por los fallecidos del #VolcánDeFuego | @soy_502 pic.twitter.com/D40WpTm3oj
"Me parece que hubo negligencia", subrayó el diputado Jairo Flores, de la Unidad Nacional de la Esperanza, bancada que citó a ambos directores.
Mientras que el legislador Mario Taracena le pidió la renuncia a Cabañas y le sugirió tatuarse en el rostro 75 lágrimas, "como lo hacen los mareros para reflejar los asesinatos que han cometido".
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