La Huelga de Todos los Dolores surgió hace más de 100 años como un espacio de denuncia, pero ahora se convirtió en un negocio y un refugio para pandilleros y el crimen organizado.
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Vestidos con traje y sombrero, y armados sólo con mantas y algunos disfraces, un grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) aprovechó la mínima apertura de libertad de expresión para salir a las calles y exigir mejoras en las condiciones de las escuelas de primaria.
Jamás imaginaron que esa iniciativa denominada Huelga de Todos los Dolores, que inició en la dictadura de Manuel Estrada Cabrera el 1 de abril de 1898, se convertiría en una tradición de más de 100 años y en un baluarte de expresión universitaria sancarlista para criticar con sátira los desmanes de los gobiernos de turno.
Sin embargo, al transcurrir los años, esa manifestación, convertida en Patrimonio Cultural Intangible de la Nación, cambiaría de rumbo y se transformaría en un negocio millonario que ahora alberga, no solo a grupos de choque, para beneficio de las autoridades de turno de la Usac, sino que, en algunos casos, a estructuras criminales.
Aunque la mayoría se niega a revelar cuánto dinero se ha llegado a recaudar en tiempo de Huelga de Dolores, un exdirectivo, quien pidió el anonimato, habló de una cifra superior a los Q9 millones, dinero que, en su mayoría, desaparecía sin dejar rastro.
Bajo ataque
"¡Matasanos estudiantes, del emplasto fabricantes!", era el estribillo que al sonar en las calles despertaba a la población y los reunía para escuchar los discursos políticos de aquellos jóvenes que se manifestaban en contra de las autoridades de turno.
El impacto era tan grande que varios presidentes, entre ellos Jorge Ubico y Miguel Ydígoras Fuentes, trataron de eliminar "La Huelga", al extremo que impidieron que saliera a las calles.
En tanto, otras estructuras como la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) vieron en esta actividad un caudal para la captación y formación de líderes políticos.
Esto puso a los estudiantes en el ojo del Ejército y de los gobiernos, que reprimieron al estudiantado, con amenazas, persecuciones, desapariciones forzadas y asesinatos.
Fue así como, para evitar ser reconocidos, los jóvenes comenzaron a cubrirse el rostro con capuchas que simulaban los capirotes utilizados por los condenados a muerte por la "Santa Inquisición", pero más tarde sirvió para que ni los mismos estudiantes se identificaran entre sí.
Épocas de gloria
En las décadas de los 70, 80 y principios de los 90, los estudiantes sancarlistas y de Educación Media tenían un gran peso en la sociedad. Su formación política, académica y su juventud, los convirtió en los "paladines de los más desprotegidos", comentó Lenín, exmilitante de la URNG quien perteneció a la Coordinadora de Estudiantes de Educación Media (CEEM) y a la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU).
"Si subían el pasaje, allí estaban los estudiantes. Si la canasta básica subía, allí estaban los estudiantes. Siempre bloqueando y manifestándose. Eran una piedra zapato", comentó.
"La Huelga no sólo era chingadera. Allí se captaba a los liderazgos estudiantiles, que después de recibir formación política eran llevados a las asociaciones. El movimiento huelguero creaba conciencia y líderes", explicó Pancracia, primera Reyna Fea Universitaria.
El inicio de las sombras
Para Pancracia, a finales de los 80 y principios de los 90 inició una nueva estrategia para cooptar el movimiento estudiantil y su liderazgo: "Compraron e infiltraron personas, principalmente en la Huelga".
"No fue tan difícil", dijo Lenín, pues a su criterio, las divisiones dentro de la URNG se manifestaban a lo interno de la Usac. Esto se agudizó con la firma de los Acuerdos de Paz.
"En los últimos años, antes de los Acuerdos (de Paz), la URNG se olvidó de la formación y se concentró en ver qué facción (FAR, ORPA, PGT o EGP) iba a tener más poder. Dejaron a sus bases y fue fácil infiltrar gente e ir cooptando los espacios de liderazgo en la Usac", lamentó el exlíder estudiantil.
Además, la Huelga y la Usac, ya tenían sus propios problemas: el manejo de los fondos que se recaudan a través de la venta de bonos, boletines, el "No Nos Tientes" y la "talacha", así como por los recursos que, por ley, el Consejo Superior Universitario (CSU) debe entregar a la AEU.
El negocio
Si bien, al principio los recursos servían para financiar las actividades de la Huelga, y otra parte se entregaba en víveres para los combatientes de la URNG, la falta de control y fiscalización permitió que se desvirtuara y que, los grupos contrarios, sacaran provecho.
"Sacar la Huelga no es gratis, cada Unidad Académica financia sus actividades como la Elección del Rey Feo, las veladas teatrales y sus carrozas en el Desfile Bufo. Hay que contratar sonido, tarimas, hacer escenarios, vestuarios, comprar alimentos, pinturas, hacer mantas y otras cosas. Todo ello representa gasto", dijo la primera mujer en obtener el título de Reyna Fea.
Así que los estudiantes crearon sus métodos de recaudación como "la talacha" (pedir dinero a la población), la venta de bonos huelgueros, de boletines, de capuchas y otros souvenires; y más recientemente, el cobro a los parqueos a los estudiantes para ingresar a las Unidades Académicas, a los vendedores y comercios dentro de la Usac.
Aunque las primeras actividades se financian con la cuota que debe de entregar el CSU a la AEU y asociaciones estudiantiles.
Jorge Santos, secretario de Finanzas de la AEU 1998-2000, explicó que la cuota del CSU es trimestral y corresponde un aproximado de Q0.25 centavos por estudiante inscrito. "En ese entonces nos daban 30 mil quetzales cada tres meses (Q120 mil al año) y en enero, una parte se usaba para arrancar la Huelga", explicó.
La mayoría de los entrevistados coincidió en que la falta de transparencia en el ingreso y gasto de los fondos permitió que, algunos estudiantes, grupos infiltrados y las mafias, se aprovecharan y buscaran su propio beneficio.
No obstante, Santos recordó que cada año se entregaban cuentas a la Asamblea de Asociaciones Estudiantiles, mientras que "El Sombra", directivo del Honorable Comité de Huelga en 1998, dijo que al dejar la dirección de la Huelga entregaron libros de contabilidad, por lo que recibió un finiquito.
Pero, nadie da una cifra exacta de recaudación y gasto y apelan al olvido.
Aunque un exmiembro del Honorable de los 90, quien pidió el anonimato, calculó que el ingreso total durante la Huelga de Dolores era de unos Q9 millones o más, sumando la venta de licor, cobros a vendedores, parqueos, ventas de boletines, del "No Nos Tientes", capuchas, sotanas, la talacha y demás.
"Sólo en talacha calculo que ingresaban más de Q30 mil diarios. Súmele los bonos que iban desde Q5, hasta más de Q15 mil que se le vendían a diputados, alcaldes, ministros, presidente y vicepresidentes, y varios daban más dinero del que se les pedía", detalló.
A la vez, el No Nos Tientes se vendía a Q5 quetzales.
Según Jorge Santos, a principios de los 90 el tiraje era de 60 mil periódicos, pero "El Sombra" indicó que eran 150 mil, es decir, el ingreso estaría entre Q300 mil a Q750 mil, sólo por el "No Nos Tientes".
En tanto, uno de los encargados de la talacha para su Unidad Académica, comentó que en los 90, "cada talachero recaudaba entre Q200 y Q500 diarios, a veces era mucho más, pero a mi, sólo me tenían que entregar Q25 quetzales, el resto era para ellos".
"Supe de personas que con la talacha compraron su carro, engancharon su casa o la equiparon con electrodomésticos y realizaban viajes fuera y dentro del país", comentó y recordó que hubo Comités de Huelga, principalmente de Derecho, Psicología, Ingeniería y del EFPEM (Escuela de Formación de Profesores de Enseñanza Media) que "llevaron a pandilleros para talachar, aprovechando el anonimato de la capucha".
La mayoría de los entrevistados culpa a varios exdirigentes de los finales de los 80 y principios de los 90. Dan nombres y apelllidos. Los responsabilizan de aliarse con partidos políticos, con el Ejército, con las mafias, con las pandillas y con el el crimen organizado.
Sin embargo, Tintán, exmiembro del Honorable y de la URNG, indicó: "Aquí todos tuvimos la culpa. Nadie se salva, todos colaboramos en destruir la Huelga. Los directivos sacaron provecho; la dirigencia de la guerrilla nos abandonó y nosotros fuimos incapaces de crear a nuevos líderes, es por eso que ahora la Huelga es un negocio y la gente ya no ve a la Usac como un referente de lucha".
De colaboración a extorsión
"La anarquía que hubo en esos años permitió que grupos, que en ese entonces era la minoría, vieran en la Huelga una forma de enriquecerse. Entonces, olvidaron la formación política y se dedicaron a vivir de la Huelga y a extorsionar a los estudiantes y comercios", manifestó el exhonorable.
Mientras que Satanás, Rey Feo Vitalicio, indicó: "Con la talacha y la capucha, que impide saber quiénes están detrás, cualquiera sale a pedir pisto y se lo queda; pero lo que es peor, es que ahora extorsiona".
"Con la cooptación por parte de la corrupción, la Huelga dejó de ser un espacio para captar líderes políticos y se convirtió en un negocio de extorsionistas y grupos de choque en favor de los directivos corruptos y las mafias", lamentó Pancracia.
Crimen organizado
En tanto, Carlos Menocal, exdirigente estudiantil y exministro de Gobernación, indicó que cuando fue miembro del Consejo Político de la AEU, comprobaron la presencia de pandillas de la zona 18 dentro de los grupos estudiantiles de Derecho, Psicología y Económicas.
Y, como ministro de Gobernación, durante la administración de Álvaro Colom, contó que trabajaron un caso con la Dirección de Inteligencia Civil, en donde un grupo estudiantil, que en su momento tenía copada la AEU, vendía armas y municiones.
"Eso fue más o menos en el 2010. Teníamos a un agente encubierto de inteligencia que documentó la venta de armas y hasta minas claymore, dentro del campus universitario. Se denunció ante el Ministerio Público (MP), pero no hicieron nada... La Usac fue cooptada por las mafias y el crimen organizado", lamentó.
"Estos grupos delincuencias se han aprovechado de la falta de liderazgo dentro de la Usac y de su autonomía, para vender armas, drogas y contrabando. Saltó de nivel. Hoy, en la San Carlos, confluyen mafias del crimen organizado, que sirven a estructuras político partidarias dentro y fuera de la universidad", sentenció Menocal.
¿Por qué tanto interés en la Usac?
Para el estudiante Marco Trejo, el interés en la Usac va más allá de la Huelga y las Asociaciones estudiantiles, pues recordó que la casa de estudios tiene representaciones en más de 70 instituciones del Estado como la Corte de Constitucionalidad (CC), la Junta Monetaria (JM) y comisiones de postulación para elegir jueces y magistrados.
Menocal reflexiona por la misma línea, pero advierte que "manejar la Usac no sólo da poder del Gobierno Universitario, sino que permite tener un grupo de choque contra los estudiantes probos y transparentes que ahora temen participar y si lo hacen, no tienen la mínima posibilidad de ganar".
Mientras que Pancracia manifestó: "Ya sin liderazgos, la intención es privatizar y empezaron con establecer el examen de admisión que deja fuera a cientos de jóvenes que se ven obligados a pagar universidades privadas que antes no tenían estudiantes".
Además, recalcó que los "seudo dirigentes actuales" son utilizados como grupos de choque en contra de los jóvenes que aún buscan rescatar a la Usac.
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Bajo ataque
Esto se refleja en lo manifestado por la Coordinadora General de Estudiantes que está en contra de la elección de Walter Mazariegos como Rector, quienes temen que los grupos de Huelga de Dolores actuales sean utilizados para "atacar a la digna resistencia que mantiene tomada la Usac".
"Sabemos que están enfocados en sus negocios, pero hay amenazas y hostigamiento, por lo que no descartamos que estos grupos, principalmente de (las facultades de) Derecho, Económicas y Humanidades, que representan a la mafia y a grupos criminales, quieran reprimir la digna resistencia y usen la época de Huelga para sacarlos del campus", denunció una catedrática que apoya a los grupos de rechazo a Mazariegos.
Una muestra fue lo ocurrido el 20 de febrero pasado en el Centro Universitario de Occidente (Cunoc), donde un grupo armado irrumpió en la madrugada para retirar a los estudiantes que rechazan a Mazariegos, indicó la catedrática.
¿Se puede rescatar la Huelga?
"No", sentenció Menocal quien cree que en la coyuntura y gobierno universitario actual "es más fácil que crezca la mafia en lugar de lograr rescatar algo".
Aunque Satanás piensa lo contrario, pero dijo que se requiere que los "huelgueros de la vieja guardia" regresen a la Usac para "ser catedráticos de conciencia" y formar a los jóvenes de primer ingreso.
En tanto, Trejo indicó: "Con actividades fuera de la Usac, no se va a lograr nada, lo que se necesita es formación política para evitar que los grupos criminales coopten a los líderes".
"Urge volver a informar adecuadamente a las nuevas generaciones sobre el verdadero sentir de la Huelga. El pueblo sigue necesitado de un medio de expresión", sentenció el director de la Escuela de Ciencias de la Comunicación, César Paiz, más conocido como Maclovio Trompa de Hule, exrey Feo de la Usac.