Este escenario quizá solo se le ocurrió a José Saramago, cuando en su novela "Ensayo sobre la lucidez" imaginó unas votaciones en las que ganaba el voto en blanco. En Guatemala, esta opción se parece, gracias a que en las últimas reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, se determinó que si el voto nulo ganaba las Elecciones, tendría vinculaciones políticas.
Y es que las Elecciones Generales aún no han sido convocadas, pero el Gobierno tiene planificados 127 millones de quetzales que servirían para que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) realice unas nuevas elecciones, en caso de que triunfara el voto nulo.
Estas Elecciones Generales serán las primeras en las que el voto nulo tendrá efecto vinculante. Esto es posible debido a las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos aprobadas en 2015. En estas se establece que si el 50% más un voto del total de votantes acuden a la urnas y votan nulo, se tendrán que repetir las Elecciones Presidenciales.
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La modificación a la ley no solo tuvo un efecto político, también tiene un efecto económico, pues se tendría que preparar con la logística, en caso de que deban repetirse las Elecciones.
En el proyecto de Presupuesto para el próximo año, el Ministerio de Finanzas Públicas contempló una ampliación presupuestaria de 127 millones de quetzales, la cual quedaría aprobada si el TSE debe repetir las Elecciones.
El ministro de Finanzas, Julio Héctor Estrada, explicó que la norma presupuestaria se incluyó en el proyecto, pero los recursos y el espacio presupuestario podrán utilizarse solo si gana el voto nulo y se deban repetir las Elecciones Presidenciales. De llegarse a ello, el dinero se obtendrá del fondo común del Estado.
El Presupuesto 2019 aún no ha sido aprobado. Tomando en cuenta la experiencia reciente con los proyectos financieros del Estado (y sobre todo los del último año de un Gobierno), es probable que no se apruebe y que se necesite solicitar una ampliación presupuestaria en caso de que el TSE necesite repetir las Presidenciales. El otro escenario posible es que no sea necesario el tener que repetir, ya que en primera vuelta ninguna opción ha logrado alcanzar la mayoría absoluta, es decir, la mitad de los votos más uno.
Otras ampliaciones
Esta no es la única ampliación del techo presupuestario que contempla el Gobierno. En el proyecto que aún debe ser aprobado por el Congreso, se prevé un segundo aumento de 875 millones de quetzales de espacio presupuestario contemplado para los bienes que ingresen al Estado por casos de extinción de dominio o por donaciones.
Además, se autoriza al Gobierno incrementar hasta 250 millones de quetzales más para ampliar el Fondo Emergente, el cual es utilizado para atender de inmediato las emergencias que puedan surgir en caso ocurra una catástrofe natural.
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Según Estrada, la idea es que para finales de año el Fondo Emergente cuente con 600 millones de quetzales, los cuales no podrían utilizarse de inmediato si carecen de espacio presupuestario. De ser así, se tendría que acudir al Congreso para que avale el gasto, pero la idea es poder actuar de manera automática, explicó el funcionario.
Aunque el titular de Finanzas explicó que los recursos sólo pueden usarse en caso de catástrofe, en el proyecto de Presupuesto fueron claros en indicar que la ampliación podrá hacerse "al declararse cualquier caso previsto en la Ley de Orden Público", normativa en la que no sólo se habla de estados de calamidad, sino que también de los estados de prevención, alarma, de sitio y de guerra.
Con estas tres ampliaciones, el presupuesto aprobado pasaría de tener un techo de 89 mil 775 millones de quetzales, a terminar con 91 mil 27 millones. De acuerdo con el viceministro de Finanzas, Víctor Martínez, no se afectaría el déficit fiscal porque cada una de las ampliaciones cuenta con sus recursos, así que no habría desfinanciamiento.
Normas especiales
Además de las estimaciones de gasto detalladas en cada ministerio o instancia del Estado, el proyecto contempla algunas asignaciones especiales. Una de ellas es de 486.4 millones de quetzales para los programas de incentivos forestales, los cuales fueron creados en el tiempo del Frente Republicano Guatemalteco para beneficiar a las familias de los que participaron en las Patrullas de Autodefensa Civil durante el tiempo de la guerra interna.
Mientras que el programa del adulto mayor pasará de tener 300 millones como ocurre este año, a 500 millones de quetzales, los cuales serán financiados con la colocación de bonos del tesoro y con recursos de ejercicios fiscales anteriores.
En el caso del Fondo Emergente de catástrofes naturales, hay una asignación por 230 millones de quetzales que servirían "para conformar el fondo". La ejecución de los mismos deberán tener un registro especial, pero si durante 2019 no se utilizan, las autoridades del Ministerio de Finanzas tendrán que transferirse a Tesorería Nacional.
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