Los tiempos están cambiando, la dinámica familiar no es la de hace algunos años. En la actualidad, educar a los hijos de manera igualitaria y con respeto es un reto para los padres. ¿Es posible criar a las nuevas generaciones con un espíritu más equitativo?
La manera en la que hoy se constituye el núcleo familiar es distinta. La idea que es la mujer la única que cocina y el hombre el que mantiene el hogar es un pensamiento de un pasado muy lejano. Con estos sencillos hábitos, las familias guatemaltecas que se lo propongan, empezarán a romper los esquemas y cambiar patrones culturales. Son pequeños detalles que harán grandes diferencias.
Mamá, papá, madre soltera, padre soltero, encargado, tutor o cualquier persona que tiene a su cargo la educación de un niño o niña, tome nota:
1. El respeto y los valores se aprenden en el hogar: sin importar si es niño o niña, ambos tienen los mismos derechos y responsabilidades. Si comprenden eso en casa, lo exigirán más adelante, allá afuera. La comunicación abierta entre padres e hijos hace que la vida familiar sea más armoniosa. Los problemas se resuelven hablando y escuchando a los hijos.
2. Las tareas del hogar se reparten entre todos: recoger los juguetes, ayudar a preparar la mesa para la cena y cocinar; tanto niñas como niños pueden participar. Si ayuda a cocinar a la madre hoy, ayudará a su esposa en un futuro. La comida guatemalteca significa unión, amor y cariño, es por ello que cocinar es la excusa perfecta para compartir, aprender, platicar, colaborar en familia, como propone Consomé de Pollo Malher®:
3. No condiciones sus expectativas en función del género: no utilices frases estereotipadas cuando los regañes o los alagues, con ellas se refuerzan las actitudes sexistas. "Las niñas son más aplicadas que los niños"; "Los hombres no lloran"; son algunas expresiones que pasan desapercibidas pero dicen mucho más de lo que se cree. Es mejor evitarlas.
4. Actividades familiares constructivas: juegos de mesa, leer en familia, dinámicas al aire libre, cocinar recetas sencillas con los más pequeños; todos estos momentos son adecuados para transmitir valores de igualdad, respeto y tolerancia. Además, fortalecen la convivencia familiar.
5. Incluye en esta visión de vida a todos: abuelitos, niñeras, familiares y todas las personas involucradas en la crianza de los niños pueden formar parte de este proyecto de familia. El respeto por los otros se vive y se aprende en casa. No importa si es un hogar monoparental o los padres estén juntos, los valores se transmiten de generación en generación, como las recetas de cocina.
La iniciativa de ONU Mujeres, "HeForShe", busca que hombres, jóvenes y niños se unan en la búsqueda de un cambio en su diario vivir, respetando el derecho de igualdad. Guatemala se ha unido a este reto con la campaña de comunicación de Consomé de Pollo Malher®: "El sabor no cambia, los tiempos sí", una propuesta que busca romper esquemas culturales, involucrar a los hijos en la cocina y en las tareas del hogar con el propósito de valorar el trabajo de las mujeres. Para ver fotos del evento, haz clic aquí.