Existe un libro llamado "El diario del Chavo". Fue escrito por Chespirito en 1995 y entre las hojas del libro, se detallan varias aventuras del Chavo del 8. El verdadero nombre del Chavo es Rodolfo Pietro Filiberto Raffaelo Guglielmi.
El nombre fue tomado de Rodolfo Valentino, el actor de origen italiano que triunfó en Hollywood.
Roberto Gómez Bolaños explicó que "El Chavo" nunca conoció a su papá. Sobre su madre dice en el libro: “Conocí a mi mamá, pero nomás tantito. Como ella tenía que trabajar, todos los días me llevaba a una casa que se llamaba guardería, y ahí me la pasaba yo hasta que mi mamá regresaba después a recogerme. Un día no pasó a recogerme. Y los demás días tampoco”.
"El diario del Chavo" narra que posteriormente a ser abandonado por su mamá, fue a dar a un orfanato. “La encargada principal era la señora Martina, la cual siempre estaba de mal humor y les pegaba a todos los niños. A mí una vez me sacó sangre de la nariz y luego se enojó porque manché mi ropa con la sangre”, narró.
Más tarde escapó del orfanato y vivió en la calle en donde estuvo con niños en riesgo social, los cuales se drogaban. “El Chavo” dice que lloró mucho cuando murió un amigo, y cuando se sentía en peligro o triste se escondía en un barril, que era un basurero.
Tiempo después, "El Chavo" fue recogido de la calle por una dulce ancianita que vivía en una vecindad. Se lo llevó a vivir con ella: “le temblaban mucho las manos (a la anciana con la que llegó a vivir en la vecindad, en el departamento 8). Ella siempre decía: "Dios tendrá que hacerme el milagro de que alguna vez me dejen de temblar las manos". Una vez llegué a la vivienda y me di cuenta que ya no le temblaban las manos; y ella toda estaba quietecita, quietecita. Creo que la enterraron al día siguiente”.
* Con información de Debate