Cuando una persona llama a los Bomberos, lo que espera es una respuesta inmediata para atender ya sea un choque en carretera, un incendio, un ataque o cualquier situación que ponga en riesgo la vida de alguien.
La respuesta se hace de inmediato, los elementos bomberiles abordan las unidades con la convicción de ayudar la prójimo. Pero cuando salen a las calles se topan con muchas complicaciones, especialmente la falta de colaboración de los automovilistas para cederles el paso.
Las horas pico son otro de los problemas que dificultan la labor de los elementos de rescate. Las calzadas Roosevelt, Atanasio Tzul, San Juan y Calle Martí son los puntos que son más complicados.
“Ante esa situación, se han colocado cámaras en tanto al frente como en la parte trasera de algunas ambulancias. El objetivo es monitorear el movimiento en el tránsito de la unidad y adelantarnos a los movimientos de los otros automovilistas. Guiar al piloto por las rutas menos complicadas es otra de las funciones de este sistema”, explica Erwin Villagrán, portavoz de los Bomberos Municipales.
Sobre las complicaciones que sufren los bomberos en ruta, Villagrán detalla que hay muchos conductores inexpertos y no saben cómo actuar al momento de darle paso a las ambulancias. Otros se aprovechan de ellos y los persiguen con el fin de adelantarse a los buenos conductores que dan la vía, pero que no toman en cuenta que en cualquier momento la ambulancia puede frenar y eso pone en riesgo la vida de los socorristas y el resto de personas que circulan por las calles de la ciudad.
“Hemos podido observar al frente que no solo es complicado que los vehículos den vía, sino que hemos observado que motoristas comprometen al piloto de la ambulancia porque no saben que en cualquier momento el conductor puede frenar bruscamente y ellos pueden tener un incidente en la parte trasera de las unidades”, resalta el portavoz.
En los hospitales
Otro de los inconvenientes que tienen los bomberos es cuando llegan a la emergencia del Hospital General San Juan de Dios. En distintas ocasiones se han encontrado con taxistas que se estacionan en la entrada de este lugar, poniendo en riesgo la vida de una persona que es trasladada al centro asistencial.
“Muchas veces los bomberos han tenido que descender de las unidades para acercarse a los taxistas y solicitarles que se movilicen ya que deben llevar a una persona para que sea atendida de urgencia. Es algo que afecta con frecuencia en ese lugar. En el hospital Roosevelt es distinto por contar con un espacio más amplio, pero no se descarta que pueda ocurrir”, agrega.
De acuerdo con el artículo 127 del Reglamento de Tránsito, los vehículos de emergencia públicos y privados tendrán prioridad de paso ante todo vehículo y usuario de la vía pública, siempre que estén en servicio.
“Tan pronto como perciban las señales especiales que anuncien la proximidad de un vehículo de emergencia o una comitiva, los demás conductores adoptarán las medidas adecuadas, cualesquiera que estas fueran y según las circunstancias del momento y del lugar, para
facilitarles en lo posible el paso, apartándose normalmente a su derecha o deteniéndose, si fuera necesario, para que pasen, por lo general, en la parte central de la calzada”, detalla el mencionado artículo.
De acuerdo con el Reglamento de Tránsito, el conductor que irrespete estas disposiciones, puede obtener una sanción que va de cinco mil a 25 mil quetzales, dependiendo de lo que haya sucedido, si obstaculizaba o perseguía una unidad de emergencia.