Una investigación reveló que la líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Alejandra Barrales, ocultó en su declaración patrimonial un departamento en un exclusivo condominio de Miami, Florida, de un millón de dólares y que estaba a nombre de una empresa fantasma.
Pero no es la única política mexicana que decide invertir en Estados Unidos con el dinero que ha conseguido de su carrera política de manera poco transparente. Sus Estados preferidos son Florida, Arizona y Texas.
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— Soy 502 (@soy_502) 31 de julio de 2016
Incluso la mismísima Primera Dama Angélica Rivera que tiene en Miami un departamento valorado en 3.3 millones de pesos en el condominio de Key Biscayne. La esposa de Enrique Peña Nieto es propietaria del condominio desde el 2005 pero no publicó su propiedad hasta 2014 después del escándalo Casablanca.
Antes de ser capturada, Elba Esther Gordillo, expresidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, remodeló una mansión en el Club de Yates de Coronado Cays en San Diego, California. Junto a otra casa en la que residía mientras terminaba la remodelación, en total estaban valoradas en 8 millones de dólares.
En una investigación de 2016 reveló que el anterior gobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa había comprado con dinero supuestamente público 19 casas de nivel medio en Miami. Además tenía una propiedad en un residencial exclusivo en el Condado de Maricopa, Arizona.
Otro político, Alejandro Amadeo González Guilbot, administrador central de la aduana de Tijuana tenía una vida de lujo en Houston con dos casas a su propiedad por un valor de un millón de dólares y un vehículo Roll Royce valorado en 600 mil dólares.
* Con información de Infobae.