Los trece candidatos a las elecciones presidenciales del domingo en Costa Rica tratan, con las limitaciones legales vigentes, intentan conquistar a los indecisos, que según los sondeos suponen un tercio del electorado.
Según el Código Electoral, los candidatos no pueden realizar actos públicos ni pagar espacios en los medios de comunicación y tampoco se pueden divulgar encuestas. Sin embargo, pueden hacer proselitismo siempre y cuando no haya concentraciones masivas ni se obstaculice el tráfico.
La mayoría de los candidatos se dedicará desde hoy a visitar comunidades alejadas de la capital, a atender a los medios de comunicación y a reunirse con miembros de sus partidos y con personalidades que les han dado su apoyo.
Los últimos sondeos, publicados el miércoles, indican que ninguno de los candidatos se acerca al 40 % de los votos necesarios para ganar en primera vuelta y que será necesaria una segunda.
Los indecisos, que suponen un tercio del electorado, superan los porcentajes de intención de voto de los candidatos mejor situados, que son Johnny Araya, del gobernante Partido Liberación Nacional (socialdemócrata), José María Villalta, del izquierdista Frente Amplio, Luis Guillermo Solís, del centro izquierdista Partido Acción Ciudadana, y Otto Guevara, del derechista Movimiento Libertario.