Aunque no lo creas, el ahorro del combustible es proporcional a la forma en la que conduces. Es decir que ir rápido, acelerar y frenar de golpe te harán gastar más combustible.
Existen también otras formas de ahorrar como usando mejor el aire acondicionado, llevando tu carro a servicio a tiempo, entre otros.
1 - Presión en las ruedas
En el manual de usuario de tu carro o en una calcomanía que hay en la tapa del depósito se muestran las presiones ideales para las llantas (si no los tienes búscalos en Internet). Revisa esto una vez al mes. Si haces un viaje con maletas y carro lleno, deberás ver cuánta presión necesita para consumir el combustible adecuado.
Conducir con las ruedas bajas sube el consumo hasta en 0.5 por galón cada 100 km, además de que es peligroso en caso de frenada y destroza prematuramente las cubiertas.
2 - Aire acondicionado
La temperatura óptima dentro del carro es entre 21 y 23 grados centígrados, si pones el aire acondicionado mucho más frío de eso, el vehículo podría consumir hasta un 20% más y tampoco es bueno para tu salud ya que al momento que salgas tendrás un golpe de calor.
Al entrar, nunca lo enfríes solo tirando del aire, primero ventila abriendo las ventanillas o destrozarás el sistema y harás que el carro consuma un montón. Además, el aire acondicionado debe revisarse en un taller cada dos o tres años.
3- Frenar y acelerar
El mejor conductor es el que usa menos los frenos. Así de simple, aunque los vehículos tienen discos ventilados y de mejor desempeño, frenar lo menos posible no solo prolonga la vida de tus frenos sino que también te hace consumir menos gasolina.
Cada vez que frenas y vuelves a acelerar aumenta el consumo de combustible. Trata de hacer una conducción preventiva, es decir, mantén una distancia razonable entre los automóviles para no estar frenando a cada momento.
*Con información de Bussines Insider
