Ángel Rodríguez no había tenido oportunidad de anotar hasta que al minuto 64 se encontró solo frente a José Carlos García y no falló. Guastatoya empató 1-1 con Xelajú MC, en la final de ida del Clausura 2018, un resultado que acerca al título al equipo de El Progreso.
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Dicen que los jugadores importantes aparecen en los momentos claves y así lo hizo el hondureño, nacionalizado guatemalteco. Recibió de Jorge Vargas, observó la salida de García y lo bañó con un sutil toque con esa derecha prodigiosa.
Enmudeció el abarrotado estadio Mario Camposeco y se erigió como la gran figura de la primera batalla, que tendrá su episodio final el domingo en territorio oriental.
#Clausura2018 goooooooooollll Lo empata Ángel Rodríguez @Xelaju_Oficial 1-1 @CD_Guastatoya @soy_502 pic.twitter.com/LgYyVXV3N5
Historia de superación
En el 2014, llegó el momento de iniciar una nueva aventura futbolística fuera de su país. Ángel Rodríguez dejó La Brea, una localidad del municipio de Trujillo, en el departamento de Colón, Honduras, para probar suerte en Guatemala.
Su destino fue Barillas, Huehuetenango, a 399 kilómetros de la capital. “Estaba lejos. No imaginé eso. Creo que hice dos días de recuperación”, contó entre risas sobre su primer viaje a la que sería su nueva casa. Ángel ya conocía Guatemala, pues en el 2009 había probado suerte en el desaparecido América de Chimaltenango, de la Segunda División.
Ángel Rodríguez hizo el gol que hace soñar a Guastatoya con el título. La final de ida concluyó 1-1, en el Mario Camposeco. @soy_502 pic.twitter.com/yVOBmKDDQc
Con Barillas, no tardó mucho en destacar y gracias a eso fichó para Halcones de La Mesilla, otro equipo huehueteco, en el que siguió dando destellos de calidad. Una temporada después, su nuevo club fue Escuintla-Heredia, con el que peleó el ascenso. Ahí conquistó a los visores de Guastatoya.
Calidad comprobada
Rodríguez es un jugador con un talento innato, un killer dentro del área. Por eso, en su país natal todavía se preguntan por qué no fue al Mundial Sub-20 de Holanda 2005, cuando había figurado en la etapa de clasificación.
Fue un golpe fuerte para el trujillano, pero tras superar esa desazón el fútbol lo premió. La gloria parece estar lejos de su país, justo en Guastatoya.
La relación "Rodríguez-Guasta" parece tener lazos que van más allá de la cancha. El respeto, la confianza, paciencia y lealtad lo demuestran. Tras ser contratado no jugó el primer torneo porque el trámite de nacionalización se prolongó, pero el técnico Amarini Villatoro lo esperó y el futbolista supo responder como solo él lo sabe hacer: con goles.
Tres torneos después es el máximo goleador de Guastatoya, suma 23 tantos y el último podría significar el primer título en la historia del conjunto pecho amarillo, aunque eso se sabrá el domingo.
Apuesta con sus hermanos
Ángel Rodríguez, de 33 años, es el segundo de tres hermanos, todos futbolistas. De chicos hicieron una apuesta: el primero que lograra debutar en Liga Nacional pondría su fotografía en la pared, al lado de las estrellas mundiales que admiraban. El ídolo de Rodríguez era Ronaldo, “El Fenómeno”.
Y fue Ángel quien lo consiguió. Fue el primero de la familia en jugar en el máximo circuito del fútbol profesional. Lo hizo con el Vida, a los 19 años, tras haberse formado en Motagua, uno de los clubes con más tradición en el fútbol hondureño.
Años después, quiere agregar a esa pared una foto más: la postal que capture el hermoso momento en el que levante el trofeo de campeón.
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