El Congreso de la República ha erogado una millonaria suma para pagar horas extra a varios trabajadores.
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¿Te has quedado a laborar después de tu hora de trabajo? Bien, algunos empleados en el Congreso de la República lo han hecho y por ello han recibido un sobre sueldo de más de Q30 mil.
Según el detalle del pago de horas extra, el Congreso ha erogado en 22 meses más de Q8 millones (Q8,054,286.55) para retribuir el tiempo extraordinario a, poco más de 150 empleados.
Un análisis realizado por Soy502 reveló que en 2021, cuando asumió Shirley Rivera, como presidenta de la Junta Directiva del Congreso, el Legislativo erogó casi Q4.6 millones (Q4,560,802.44) en horas extra, mientras que, hasta octubre de este año se han pagado casi Q3.5 millones (Q3,493,484.11).
El mes en el que más horas extras se pagó este año fue abril, cuando se erogó Q564,292 en ese concepto, seguido por junio con un total de Q468,568.06, pese a que ese mes el Legislativo se encontraba en receso ordinario.
De acuerdo con los datos de Información Pública del Congreso, sólo una persona ha cobrado más de Q46 mil (Q46,858,28) en horas extra en 10 meses, incluso, triplicando su salario mensual de Q19,662.35.
No es la única persona, al menos, 45 empleados del legislativo han cobrado más de Q20 mil sólo en horas extra en lo que va del año.
"Es una perversión"
Renzo Rosal, politólogo independiente, calificó de "perversión" el pago de horas extra en el Congreso. "El dato de Q8 millones evidencia la precariedad y debilitamiento de la administración pública en general", lamentó.
Para el experto, el elevado gasto tiene que ver mucho con los pactos colectivos que obligan al patrono, en este caso al Congreso, a pagar por el tiempo extraordinario de trabajo. "No está mal, el problema es que en su mayoría, muchos trabajadores se aprovechan y buscan incrementar sus ingresos siendo improductivos en horas laborales, para quedarse más tiempo y así cobrar horas extra en detrimento del erario público", dijo.
Rosal indicó que en el Congreso no sería extraño que los empleados acuerden con sus jefes, en este caso muchos diputados, para cobrar horas extra con el fin de repartirse el dinero entre ellos.
En esos casos "hay que poner reflectores", más en época electoral, ya que "los diputados comenzarán a usar a los empleados del Congreso de su confianza para realizar actividades de propaganda y proselitismo, lo malo es que el pago lo hará el Legislativo y no el congresista", alertó Cristhians Castillo, politólogo del Instituto de Análisis e Investigación de los Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac).
No obstante, Castillo recordó que esta legislatura ha sido "noctámbula", es decir, optaron por trabajar por las noches y realizar "sesiones maratónicas" para aprobar temas rechazados por la población. "Si lo hacen de madrugada habrá muy pocas personas oponiéndose, pero eso termina impactando negativamente en el gasto público, ya que el Congreso se ve obligado a pagar horas extras... es una relación perversa que debe de acabarse ya".