Busqué en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua la definición de “cinismo”. Encontré lo siguiente: “Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables.” Si los académicos desean ejemplos para un compendio ilustrado, con dibujos, esquemas y fotografías de lo que implica el vocablo, no necesitan más que estudiar a gran parte de la clase política de este país.
Ahí está, en una página completa, publicada el lunes, la más reciente propaganda gubernamental. El sugerente título: “Sabías qué… el Presidente pidió extender el mandato de la Cicig”. Pero lo que olvidan mencionar en esa pieza publicitaria es que, hasta hace un par de semanas, el rechazo a la prórroga del mandato de la Comisión era hecho consumado y que de no haber estallado el escándalo de corrupción en Aduanas, Iván Velásquez hubiese tenido que preparar sus maletas en septiembre y marcharse.
¿Quién toma la decisión de invertir miles y miles de quetzales en anuncios en radio, prensa y televisión para contar medias verdades? ¿Por qué intentar salvar la cara con argumentos insostenibles? El gobierno de Otto Pérez Molina no quería que la CICIG continuase. Y punto. No intenten que hacernos creer otra cosa. No nos tomen por tontos. Respeten a sus ciudadanos.
Pero las faltas de cortesía no terminan en eso. La vicepresidenta Roxana Baldetti apenas y dio unas explicaciones sin sentido sobre el actuar de su secretario privado, Juan Carlos Monzón, acusado de ser el cabecilla de la red de defraudación, y fue incapaz de decir la verdad sobre qué día había regresado a Guatemala. El país pedía una explicación. Y la funcionaria no quiso o ¿no pudo? proporcionarla.
¿Más ejemplos ilustrados que no involucran al Gobierno? Aquí algunos partidos políticos siguen actuando como si hoy fuera tres de mayo. Ahí está la campaña “Le Toca”. Las vallas, las piedras pintarrajeadas, los anuncios descarados. ¿No será, doctor Manuel Baldizón que lo que realmente le tocaría es cumplir, de una vez por todas, con las leyes y dejar de hacer campaña anticipada? El mismo reclamo cabe para las otras nueve organizaciones amonestadas este año. Las multas suman 213. Solo el 30 por ciento han sido pagadas.
En una entrevista reciente, María Eugenia Mijangos, magistrada del Tribunal Supremo Electoral, decía: “Los partidos han sido muy creativos para evadir la ley”. Y refiriéndose a las fundaciones políticas que promovieron antejuicios contra tres de sus compañeros, Ana Elly López Oliva, magistrada suplente de ese misma entidad, agregaba: “Ese fue el fenómeno que le tocó a este TSE. La creación de entidades para no cumplir con las normas”.
Mentiras. Medias verdades. Evasión. Incumplimiento. Los guatemaltecos nos merecemos más que esto. Es momento de exigir que nos dejen de faltar el respeto. No más cinismo. Ya fue demasiado.