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¡Zapatos sangrientos! El asesinato de una familia por una disputa entre vecinos

  • Por Dulce Rivera
08 de febrero de 2024, 16:56
Una familia murió luego de ser atacada brutalmente mientras dormían. Se trató de una disputa entre vecinos por el supuesto robo de un par de zapatos. (Foto ilustrativa: Shutterstock)

Una familia murió luego de ser atacada brutalmente mientras dormían. Se trató de una disputa entre vecinos por el supuesto robo de un par de zapatos. (Foto ilustrativa: Shutterstock)

Cinco integrantes de una familia fueron brutalmente asesinados mientras dormían. Un rastro de sangre delató a los responsables.

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Una maestra caminaba por un camino de tierra y tenía como misión recolectar las tareas de sus alumnos. Era la mañana del 12 de febrero de 2021. Con mascarilla en el rostro y con la protección ordenada por el Gobierno debido al Covid-19, acudió a las viviendas de los niños que recibían clases a distancia. 

Tras varios minutos de caminata, llegó a la propiedad de la familia Ramos Gallardo. Era una vivienda de construcción humilde, compuesta de adobe, madera y lámina, ubicada en la aldea Liquibamba, en Concepción Las Minas, Chiquimula.

La maestra se percató que la puerta principal de la casa estaba abierta. Tocó en un par de ocasiones, pero no recibió respuesta. Ingresó, pero notó un ambiente extraño, en el patio delantero encontró una escena horrible. 

En el suelo estaba tendido el cuerpo de su alumno Juan Carlos Ramos Gallardo, de 6 años. Estaba cubierto de sangre y a pocos metros del cuerpo, encontró la cabeza del pequeño. Había sido decapitado. 

De inmediato, la mujer huyó del lugar y avisó a las autoridades. Lo que la maestra encontró solo fue un fragmento de una escena terrible que fue descubierta por los fiscales del Ministerio Público. A la aldea llegaron, bomberos, policías, fiscales. Nunca antes había visto tanto movimiento en el lugar. Esto fue el inicio de un caso tan insólito y sórdido que dio pie a una de las condenas más abultadas en contra de dos hombres. 

Los vecinos empezaban a lamentar la situación sin saber bien de qué se trataba. 

Esta era la casa donde la familia fue masacrada.
Esta era la casa donde la familia fue masacrada.

La escena del crimen

Edgar Gómez, fiscal de la Fiscalía contra el Delito de Femicidio, fue alertado para atender el caso. Él y otros compañeros fiscales se encontraban realizando una diligencia en Petén. Fueron notificados y enviados a la aldea Liquibamba.

Gómez, en entrevista a Soy502, recuerda que al llegar a la escena del crimen, encontraron cuatro cuerpos más en el interior de la vivienda. "Fue una muerte brutal la que les dieron", dijo Gómez.

Los fiscales inspeccionaron cada rincón de la casa y sus alrededores. En ese momento la única información que tenían, es que la familia había sido masacrada durante la noche y que las víctimas, eran tres mujeres y dos hombres.

Los cuerpos fueron identificados como:

  • Carlos de Jesús Ramos de 68 años
  • Maria del Transito Gallardo de 30 años
  • Alejandra Ramos Gallardo de 11 años
  • Yoselin Ramos Gallardo de 9 años
  • Juan Carlos Ramos Gallardo 6 años

Todos fallecieron por arma blanca, tenían heridas en diferentes partes del cuerpo.

La casa estaba repleta de sangre. Los cuerpos de las menores fueron encontrados sobre sus camas. A excepción del niño quien fue localizado en el patio. El cuerpo del padre estaba en el suelo de la habitación, cerca de la puerta de salida.

El rastro de sangre

Mientras recababan indicios, los fiscales se percataron de una mancha inusual de sangre. Era un rastro de sangre que salía de la casa hacia un terreno. Esa fue la primera pista que encontraron.

"Había un rastro de sangre que salía de la casa y supusimos que había una persona que había huido y que estaba herida", dijo Gómez. Ese rastro de sangre marcó la primera línea de investigación. "Hay una persona que estuvo en la escena y huyó con vida".

Con esa premisa, los fiscales empezaron a buscar en hospitales, centros de salud y sanatorios a personas heridas con arma blanca. 

"Encontramos en un sanatorio privado de la cabecera de Chiquimula a una persona que ingresó con un machetazo en el pie en el lado derecho, al verificar era de la misma dirección de Liquibamba", contó el fiscal.

Al localizar a este herido, la fiscalía solicitó un examen médico forense con la autorización de la persona. Fue en ese momento en el que confesó que había participado en la masacre contra la familia. Mientras atacaba a los integrantes de la familia, el hombre identificado como Amilcar Cristóbal Roque de Rosa se lesionó.

Esa herida, que el mismo Amílcar se provocó en el pie, permitió al Ministerio Público descubrir las razones del crimen y dar con los otros responsables.

Ebrios en una tienda

Amílcar Roque y dos hombres más se encontraban en una tienda bebiendo licor. Era la tarde del 11 de febrero de 2021. Es decir, horas antes de que la masacre ocurriera. Hablaban sin preocuparse si eran escuchados y planificaban cometer un crimen.

Un testigo escuchó cómo los tres planificaron el atentado contra la familia. Ninguna de las personas que los escuchó hablar sobre el asesinato, pensó que en realidad lo harían, parecía en ese momento una conversación subida de tono por el calor de los tragos.

Amílcar, el primer implicado en el caso, fue quien planificó todo. Quería matar a la familia completa, según detalló el testigo al MP. 

Sentados y con varias botellas de licor, los tres hombres se pusieron de acuerdo para afilar los machetes que tenían. Dispusieron que durante la noche interrumpirían en esa vivienda de condición sencilla y darían muerte a los cinco.

También acordaron que saldrían de la casa y dejarían los machetes, ropa y otros accesorios en un terreno aledaño a la vivienda, que era de una finca donde trabajaba Amílcar.

"En ese lugar había un cuñado de Amílcar, quien escuchó toda la versión de cómo lo planificaron, él dio toda la información y todo lo que dijo se logró corroborar", dijo el fiscal.

Los otros dos hombres que planificaron y ejecutaron la matanza junto a Amílcar fue Juan Ángel Pérez (capturado días después del crimen) y Antonio Ramirez Pérez alias Juan Ramírez (quien encuentra prófugo con alerta internacional, el MP cree que está escondido en Honduras).

Juan Ángel Pérez fue capturado por la masacre a la familia.
Juan Ángel Pérez fue capturado por la masacre a la familia.

Los machetes y la ropa ensangrentada

Durante la investigación, el Ministerio Público realizó allanamientos y diligencias. En la finca aledaña a la casa de la familia Ramos Gallardo localizaron varios machetes, una bota de hule con el corte de machete, la cual correspondía a Amílcar.

También encontraron ropa de los perpetradores del crimen. Esta ropa tenía manchas de sangre y al hacer el peritaje dio como resultado positivo para la sangre de las víctimas.

Además, la Fiscalía recabó varios testimonios. Las personas de la aldea que fueron entrevistadas coincidieron en algo: "Amílcar tenía problemas y roces desde hace algún tiempo con la familia masacrada".

Eso dio un motivo al hecho. El hombre quería vengarse de la familia. Fue un crimen de intolerancia donde los problemas entre vecinos terminó con la vida de cinco personas, entre ellas tres menores de edad.

Las pruebas presentadas por el Ministerio Público demostraron la culpabilidad de Amílcar y su cómplice Juan en este terrible crimen.

Los tres hermanos de 6,9 y 11 años fallecieron en la masacre.
Los tres hermanos de 6,9 y 11 años fallecieron en la masacre.

Por un par de zapatos

Según los testimonios recabados por el MP y presentados durante el juicio, el problema inició porque la esposa de Amílcar acusó a una de las menores de la familia masacrada de robarse un par de zapatos.

Amílcar habría reclamado esto a la familia y eso originó un conflicto constante entre ambas familias. En la comunidad ya era conocidas las constantes peleas y roces que había entre ellos. Pero nadie creyó que terminaría con una masacre brutal.

Esto llevó a Amílcar a planificar el terrible crimen que él mismo confesó.

200 años de prisión

El pasado 13 de diciembre de 2023, El Tribunal de Sentencia Penal de Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Chiquimula, emitió la sentencia condenatoria en contra de dos de los tres responsables de la masacre.

Juan Ángel Pérez García y Amílcar Cristóbal Roque de Rosa fueron condenados a 200 años de prisión por la muerte de los cinco integrantes de la familia. El Tribunal impuso 40 años de prisión por cada víctima.

El fiscal Gómez, quien llevó el caso, reconoció que fue una escena dura que se pudo evitar con diálogo, ya que la masacre es una muestra de la intolerancia que existió.

"Privar el diálogo como una medida alterna a la solución de conflictos, ellos no agotaron ningún diálogo ni conciliación con autoridades locales para tratar de solventar si en verdad la niña había tomado los zapatos o si fue otra persona", concluyó Gómez.

Dos de los tres responsables guardan prisión y estarán tras las rejas por el resto de su vida. El tercer implicado es buscado internacionalmente. Al ser capturado deberá enfrentar a la justicia guatemalteca por la muerte de esta familia.

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