En el imaginario de los guatemaltecos sigue prevaleciendo que Guatemala es principalmente rural. Seguimos en una discusión acerca del pasado, del desarrollo rural de Guatemala y su población. A principios del siglo XX el 10% de la población mundial vivía en áreas urbanas. En el 2007-2008 el porcentaje llegó al umbral del 50%. Ya el mundo pasó a ser un mundo urbano y para el 2050 se estima que el 75% de la población mundial vivirá en centros urbanos. Hemos llegado a la Era Urbana.
Guatemala no se escapa de esa misma dinámica. En el censo de 1981 la relación era 67% rural y 33% urbano. Para 1994 esa relación había cambiado poco; 64% rural y 36% urbano. En los siguientes 8 años la aceleración de la urbanización de la población fue más pronunciada y llegamos a 53% rural y 47% urbana. El umbral de la transición a una población más urbana que rural se dio en el año 2007. La estimación en el 2012 es de 58% urbana y 42% rural. Lo que más debemos mantener en mente es que en los próximos 20 años llegaremos a 70% de población urbana.

En números absolutos es aún más impresionante. En este momento somos (según proyecciones de INE a junio 2013) 15.5 millones de guatemaltecos, de los cuales 8.5 millones vivimos en áreas urbanas (no sólo la ciudad y su región metropolitana sino también otras ciudades emergentes) y 7 millones viven en área rural. Para el 2032 esa proyección nos dice que seremos 22 millones de habitantes. Curiosamente serán los mismos 7 millones de habitantes en área rural y 15 millones en áreas urbanas. En tres grandes áreas metropolitanas estarán divididos 10 millones de habitantes. Seis millones en la región metropolitana de Guatemala, dos millones en la región de Xela y otros casi dos millones en la región Cobán-Carchá-Chamelco en Alta Verapaz.
¿Por qué es importante entender esto? Porque necesitamos preparar esas (y otras 4 ciudades emergentes menores que tendrán entre 500 mil y 1 millón de habitantes) para albergar esa cantidad de población y hacerlo, además, de manera sostenible.

No hay un solo país en el mundo que sea “desarrollado” o “rico” y al mismo tiempo sea rural. Pero sí hay varios países en el mundo que son ya principalmente urbanos y aún no son desarrollados ni ricos. El crecimiento de la población urbana no se va a detener. Eso es importante entenderlo. Pero más importante aún el hecho de que debemos visualizar, planificar y construir estas áreas urbana para el bienestar de la población y sus demandas.
La pobreza rural es muy dura; la pobreza urbana es cruel y genera inequidad, conflictividad, tensión social y violencia. Construir ciudades sostenibles es una obligación impostergable que no puede recaer exclusivamente en las autoridades nacionales y municipales, pero si son los principales responsables.
En próximas entregas compartiré acerca de los principales retos que tenemos en esta nueva Era Urbana.
Dios los bendiga y les recuerdo que toda la gloria, la honra y el honor son siempre para Jesús.