Con la reanudación de la actividad económica en el país, los integrantes de la organización criminal Barrio 18 también empezaron a retomar los cobros de las extorsiones. En algunos casos nunca dejaron de exigir el dinero.
Las autoridades recibieron información respecto del plan que fraguaron los cabecillas de la Rueda, para recuperar las cuotas no cobradas por la crisis que desató la pandemia del coronavirus y el confinamiento del país.
La nueva modalidad
La intención era decirle a la víctima y hacerle creer, especialmente a pilotos de buses y empresarios transportistas, que era extorsionado ahora por un segundo grupo. Decir que se trataba de otra clica que surgió. Con ello cobrarían la cuota de siempre y una extra, informó el jefe de la unidad de la Policía Nacional Civil (PNC) que combate a las pandillas.
Al tener conocimiento de esta modalidad y confirmar que las órdenes venían desde jefes de la Rueda del Barrio 18 y jefes de clicas, las autoridades iniciaron un operativo para desarticular a la pandilla internamente.
El director del Sistema Penitenciario, Luis Rodolfo Escobar Ovalle, explicó que el traslado a diferentes centros carcelarios de los cabecillas es el mecanismo "para erradicar de cierta forma el delito de extorsión".
En total se realizó el traslado de 37 pandilleros que se encontraban en el centro carcelario conocido como El Infiernito y se les ubicó en otras cárceles, donde de acuerdo a las autoridades estarán aislados, con lo que evitarán que coordinen actividades delincuenciales.
El cabecilla de la Rueda del Barrio 18, Aldo Dupie Ochoa Mejía alias "El Lobo", quien en un primer intento no pudo ser trasladado de prisión para quedar aislado, debido a que un juez ordenó su ingreso al sector 11 del Centro Preventivo de la zona 18, pudo ser trasladado la noche del martes.
- LEE MÁS:
Presidios trasladó a Aldo Ochoa a la cárcel preventiva ubicada en el cuartel militar Matamoros.
De acuerdo con el jefe de la unidad que combate a las pandillas, los trasladados son personas con perfiles peligrosos.
Considera que a ellos no les interesa la libertad, debido a que sus condenas son extensas. Por ejemplo alias "El Lobo", fue sentenciado a más de mil años de prisión. Aunque en el sistema judicial de Guatemala solo se pueden cumplir 50 años de cárcel.