El festival se celebrará el 1 de noviembre en el campo municipal de esta localidad con el retorno de los visitantes, tras dos años de ausencia.
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Las manos manchadas de cola, cientos de retazos de papel de China por los suelos, trazos a lápiz y diseños artísticos se pueden observar en los recintos donde los grupos de barrileteros trabajan para darle vida a sus obras de arte apreciadas por guatemaltecos y extranjeros.
Desde hace varios meses los grupos familiares y de amigos se reúnen para darle vida a los barriletes que volverán a ser apreciados en el Festival que cada 1 de noviembre se realiza en este pueblo, que aún preserva esta tradición en memoria de los Santos y los fieles difuntos.
Un legado de los ancestros
Al recorrer las calles de Sumpango, se puede ver plasmado el sentimiento hacia esta tradición, la cual ha sido un regalo que muchos de los integrantes han recibido como herencia de sus antepasados.
Florentín Sulá, del grupo Palot Espanta Espíritus, se siente muy privilegiado por continuar con la tradición que le heredó su abuelo y que ahora comparte con su familia a través de estos barriletes que sorprenden a propios y extraños.
"Llevo 27 años elaborando barriletes, de retirarme ya lo hubiese hecho, pero yo lo tomo como un compromiso con mi abuelo. Me acuerdo de una enseñanza que él nos dio. Hacíamos barriletes de nylon, pero él me dijo que un día yo iba a hacer barriletes como los que concursan. Él me dio las técnicas para hacer barriletes", explica Florentín.
Una de las lecciones que jamás podrá olvidar este artista del papel de China es que su abuelo una vez rompió un saco para ponerlo como la cola al barrilete y una red para la pita para la armazón, lo cual es una enseñanza para Sulá.
Edvin Chiquitó, del grupo Happy Boys, un conjunto de 30 integrantes resalta que participar en estos eventos es para enaltecer a los sumpangueros que por muchos años han conservado la tradición.
"Queremos dar un mensaje al mundo, nos hace sentir vivos, llenos de vida. Después de dos años sin festival, de nuevo nos sentimos vivos porque como barrileteros extrañamos esa adrenalina de ser admirados por propios y extraños. Queremos compartir esa energía con quien visita Sumpango", destaca Chiquitó.
El artista resalta que son cerca de cuatro meses que se invierten en tiempo para elaborar el barrilete desde su planificación. Mientras que el valor de un barrilete puede llevar una inversión de Q25 mil a Q30 mil para uno de dimensiones de 10 metros. Uno más pequeño entre Q12 y Q15 mil. Es un costo amplio que se invierte para estos trabajos.
Por su lado Felipe Rucal, Almas del Viento, explica que continuar con la tradición es darle vida a los ancestros que se plasman en el papel multicolor.
"Para nosotros hacer barriletes es un modo de expresión de arte porque podemos compartir temas que las personas necesitan. Para nosotros es satisfactorio elevar un barrilete de estas dimensiones (4 metros), porque se siente una emoción muy de cerca. Nuestro mensaje para esta ocasión llevamos el tema de las personas ancianas que nos dan sabiduría a través del tiempo", explica Rucal.
De vuelta al campo
Julio Asturias, presidente del Festival Internacional del Barrilete de Sumpango destaca que la labor para volver a realizar el evento ha sido todo un reto, pero que ya cuentan con una gran cantidad de grupos inscritos.
"El festival ha sido una parte importante de nuestras vidas, creo que estamos aportando conocimiento y experiencia después de participar en los colectivos. Este año contamos con ocho grupos de la categoría A, que elaboran barriletes de 10 a 15 metros de diámetro. En la categoría B tenemos 39 grupos inscritos, con barriletes de 4 a 6 metros de diámetro. Y en la categoría infantil tenemos 15 asociaciones, que es a lo que le estamos apostando, al semillero de los futuros barrileteros", explica.
La organización ya trabaja en los preparativos para recibir a los visitantes, cerca de 100,000 personas para el 1 de noviembre que se darán cita en el campo municipal de Sumpango.
Si visitas este evento, recuerda tomar las indicaciones de los agentes de tránsito para evitar complicaciones. Debido a que las calles de la localidad son estrechas, es mejor llegar en un vehículo liviano para realizar maniobras que te permitan evitar inconvenientes.
