Una empresa vinculada a Allan Rodríguez construyó un puente y dio mantenimiento a una carretera. La obra fue entregada, pero recibió una ampliación por más de 1.5 millones de quetzales.
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Ripio, baches, acabados montados, gaviones y piedras con concreto para sostener los cimientos, es parte del escenario observado en un puente construido por una empresa vinculada al diputado y expresidente del Congreso, Allan Rodríguez.
La obra tuvo un costo de casi Q10 millones y que comenzó a construirse con el Gobierno de Otto Pérez Molina, recibió una segunda licitación durante la gestión de Jimmy Morales y finalmente recibió una ampliación de capital durante el Gobierno de Alejandro Giammattei.
La historia de este puente comenzó con la firma de un contrato con la empresa brasileña Odebrecht.
Odebrech y el puente sin terminar
El puente San Francisco, ubicado a pocos metros del desvío entre Tiquisate, Escuintla; y Chicacao, Suchitepéquez. El proyecto fue construido por la sociedad anónima Construalma.
El proyecto era parte de la ampliación de 140 kilómetros otorgada por el exministro de Comunicaciones, Alejandro Sinibaldi, a la empresa brasileña Odebrecht, señalada en varios países, incluida Guatemala, de entregar sobornos a altos funcionarios de los gobiernos.
La obra quedó inconclusa. Así que en 2019, el Ministerio de Comunicaciones, dirigido en ese entonces por José Luis Benito Ruiz, lanzó varias licitaciones para concluir el tramo, argumentando que se trataba de trabajos de mantenimiento rutinario.
Aunque presentó la oferta más alta con casi 8 millones de quetzales (Q7,977,777), una de estas licitaciones la ganó la sociedad anónima Construalma, en donde figura Alma Lucrecia González Lemus como propietaria.
El vínculo
La propietaria y representante legal de Construalma es Alma Lucrecia González Lemus, quien tiene en copropiedad un restaurante con el diputado Allan Rodríguez.
Se trata del restaurante "Concha y Toro Sport Bar", el cual, según la patente de comercio, está ubicado en Bosques de San Nicolás, zona 4 de Mixco y pertenece no solo a González Lemus, sino que también al expresidente del Congreso.
Aunque en un principio el Número de Identificación Tributaria (NIT) de Construalma era el mismo del restaurante, luego que Soy502 reveló la contratación de la empresa de la socia de Rodríguez, la relación entre ambas sociedades fue eliminada de Guatecompras.
Recibió más dinero
Tras haber concluido y recibido la obra, el Ministerio de Comunicaciones, ahora bajo el mando de Edmundo Lemus, exministro de Giammattei, decidió otorgar una ampliación del contrato.
En los documentos nunca se establece los trabajos que se realizaron. Sin embargo, se otorgó una ampliación presupuestaria que superó los 1.5 millones de quetzales (Q1,595,555,40).
En el primer contrato, la socia de Rodríguez tenía 10 meses para entregar la obra, con la ampliación se le otorgaron 122 días más.
Al final, el monto total del contrato ascendió a casi 10 millones de quetzales (Q9,573,332.40) y solo se justificó como la necesidad de "trabajo suplementario".
¿Y el puente?
Según el detalle de los trabajos realizados, la socia de Rodríguez no solo retiró los escombros de parte del puente inconcluso de Odebrecht, sino que debía darle mantenimiento a los remates, reparar juntas, barandales, señalizarlo y construir la parte que estaba sin terminar.
En un recorrido realizado por Soy502 en la obra concluida, se observó cómo quedó el puente y qué ha pasado con este tras recibir y pagar el proyecto por parte del Gobierno de Alejandro Giammattei.
El puente que conduce hacia Escuintla fue construido durante la administración de Otto Pérez Molina. En el lugar todavía se observa una plaqueta muy deteriorada como reconocimiento de la obra.
Mientras que Construalma debía construir el puente que dirige hacia Retalhuleu. A pesar de ser una obra reciente recibida durante la administración de Alejandro Giammattei, ya se ven baches y desgaste en la cinta asfáltica.
La empresa de la socia de Rodríguez también debía dar mantenimiento y reparación a los daños sufridos por el tiempo, al puente que se inauguró en tiempo de Otto Pérez Molina, pero se observa deterioro y abandono.
En los puentes no sólo hay una gran cantidad de vegetación, sino también ripio, y según vecinos del área consultados durante el recorrido, este no se retiró desde que la socia de Allan Rodríguez entregó el puente concluido a Giammattei.
En las uniones entre los puentes se observan acabados rústicos y remates divididos.
Para evitar los derrumbes o deslizamientos de tierra, se colocaron muros de gaviones con piedras y sujetados por malla y una manta negra.
En los cimientos del puente también se colocaron piedras con cemento para evitar la erosión, no sólo por la lluvia y el tiempo, sino por el Río Negro que pasa bajo la estructura.
Los canales para contener el agua durante la época lluviosa se encuentran llenos de maleza y basura.
El puente con estructura metálica fue el que construyó la administración de Pérez Molina y el puente que se encuentra en paralelo es la obra de la socia del expresidente del Congreso.
En una imagen aérea se observan las rocas colocadas y sostenidas con cemento para evitar el socavamiento y para sostener las estructuras del puente construido por la empresa vinculada a Allan Rodríguez.