Para enfrentar la pandemia de Covid-19, el presidente Alejandro Giammattei decretó en el mes de marzo el Estado de Calamidad y una serie de medidas con las cuales restringió la movilidad de los guatemaltecos y ordenó el cierre de varios negocios, para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
La acción gubernamental para contener y mitigar la pandemia ha golpeado duramente a varias industrias. Las grandes plantas de producción, pese a tener más recursos que las pequeñas y micro empresas, también se han visto perjudicadas.
Soy502 habló con los responsables de dos fábricas importantes que generan miles de empleos.
Por un lado está Connie Beneitez de Paiz, quien está al frente de la empresa Panifresh, que provee alimentos de trigo a restaurantes en Centroamérica, México y Estados Unidos y el Caribe. La señora de Paiz ha sido por años ya, una voz respetada en el sector privado de Guatemala: actualmente preside la entidad que engloba a los exportadores del país, Agexport.
Por otra parte, también se consultó a Adán Ramos, fundador e impulsor de la empresa que ahora preside, LêCleire, la cual fabrica y comercializa productos cosméticos y de limpieza, y de cuya operación dependen 70 mil empleos indirectos.
Aquí sus respuestas:
Connie Beneitez de Paiz, CEO, Panifresh, Presidenta de Agexport
—¿Su empresa cerró o continúa operando?
—Estamos operando.
—¿Cuántos colaboradores tiene?
—En total Panifresh Guatemala tiene 453 colaboradores.
—¿Ha despedido personal? Si lo ha hecho, ¿a cuántos colaboradores ha cesado?
—No hemos tenido ningún despido hasta el momento, tenemos a 152 personas suspendidas las cuales esperamos puedan ir regresando a trabajar conforme se normalice la producción de nuestra planta.
—¿Qué porcentaje han caído las ventas?
—Nuestras ventas sí se han visto afectadas considerablemente. En Guatemala han disminuido en un 60%. Las exportaciones a Costa Rica han bajado un 50%, a Panamá un 84%, a México un 86% y a las islas del Caribe disminuyeron un 78%.
—El personal despedido o suspendido, ¿está recibiendo alguna ayuda de parte del gobierno?
—Todavía no. Se realizó la gestión ante el Ministerio de Trabajo desde el 23 de abril, pero aún estamos en espera de resolución para que nuestro personal suspendido pueda recibir el apoyo.
—¿Ha logrado renegociar pagos a proveedores, créditos y rentas?
—Sí. Nuestro departamento de finanzas renegoció préstamos y leasings con los diferentes bancos. En el caso de nuestros proveedores, se han corrido fechas de pago enviándoles una explicación o poniéndonos en contacto directamente con ellos para explicar esta situación. En el caso de las rentas también se ha renegociado correr fechas de pago en acuerdos mutuos con los arrendatarios.
—¿Ha emprendido otras actividades para mantener la operación?
—Sí, hemos buscado nuevos nichos de mercado para expandir la venta de nuestros productos. También hemos reforzado la venta por medio de servicio a domicilio a través de nuestra empresa Genba.
—¿Qué podría hacer el gobierno de manera diferente?
—A este gobierno, siendo aún nuevo, le tocó enfrentar la crisis con un sistema de salud muy debilitado. La estrategia de controlar los ingresos por el aeropuerto y fronteras fue una buena medida, que le dio tiempo para preparar instalaciones adicionales para atender enfermos. Las limitaciones para ejecutar fondos del Estado creo que han sido un obstáculo para ampliar y equipar estas nuevas instalaciones.
—En cuanto a las medidas impuestas, en mi opinión, responden a los lineamientos que han seguido la mayoría de países, incluso con los mejores sistemas de salud, para evitar la tragedia de una alta tasa de mortalidad.
—En cuanto a qué se podría hacer de manera diferente: notificar los cambios de medidas con anticipación y tener listas las publicaciones oficiales de los acuerdos presidenciales para que lo dicho, se difunda y no existan dudas sobre las medidas establecidas. Para salir de esta emergencia, es importante que todos los guatemaltecos trabajemos juntos para ver las oportunidades que esta pandemia nos está dando como país.
—Si pudiera aconsejar al gobierno ¿qué le diría?
—Los protocolos de bioseguridad que ya están listos, deben de ponerse en vigencia lo antes posible. El virus llegó para quedarse, tenemos que aprender a vivir con él manteniendo como prioridad la salud de los guatemaltecos y recuperando la normalidad. Ahí es donde los protocolos se vuelven clave. Estos están hechos para resguardar la salud de cada persona, permitiendo activar la economía en los diferentes sectores, porque se enfocan en el funcionamiento de espacio públicos, privados, academia, deporte, transporte público para que se apliquen las acciones que minimizaran los contagios.
Adán Ramos, Fundador y Presidente, LêCleire
—¿Su empresa cerró o continúa operando?
—Mi empresa sigue operando.
—¿Cuántos colaboradores tiene?
—Tenemos 1200 colaboradores.
—¿Ha despedido personal? Si lo ha hecho, ¿a cuántos colaboradores ha cesado?
—No hemos despedido ni cesado a ningún colaborador.
—¿Qué porcentaje han caído las ventas?
—Nuestras ventas han caído un 20 por ciento en los últimos dos meses.
—El personal despedido o suspendido, ¿está recibiendo alguna ayuda de parte del gobierno?
—Todo nuestro personal sigue laborando, pero muchos de sus amigos o familiares que han sido cesados no han recibido hasta el momento ninguna ayuda del gobierno.
—¿Ha logrado renegociar pagos a proveedores, créditos y rentas?
—En este caso, ninguno de nuestros proveedores nos ha dado exenciones adicionales o la condonación de sus servicios. Mantenemos las condiciones que teníamos pactadas antes de la crisis.
—¿Ha emprendido otras actividades para mantener la operación?
—Por supuesto, tuvimos que relanzar productos y crear nuevas presentaciones de alcohol en gel y productos higiénicos y desinfectantes. Así logramos ampliar nuestro portafolio de productos y hacer que fuera acorde con las necesidades del mercado durante la crisis.
—¿Qué podría hacer el gobierno de manera diferente?
—Sí, el gobierno pudo manejar mejor la crisis. Desde que el Presidente anunció el 16 de marzo las medidas de prevención debió establecer protocolos de seguridad tanto para las empresas como para la población en general. Aún no existen protocolos de seguridad y salud ocupacional establecidos para que todos los comercios e instituciones puedan operar.
—¿Si pudiera aconsejar al gobierno, qué le diría?
—La COVID-19 es una enfermedad que no va a desaparecer de la noche a la mañana y tenemos que aprender a convivir con ella. Según explican los infectólogos, solo la inmunidad colectiva o una vacuna son capaces de cambiar la situación. En Suecia, por ejemplo, apostaron por la inmunidad colectiva y nunca cerraron el país.
—Lo primero que le diría al Presidente es que se enfoque en el problema. El costo económico es alto; la factura del desempleo y la posible quiebra de todas esas 5,000 empresas cesadas será más alto que la cantidad de contagios actuales. Las medidas que él tomó son para países de primer mundo y Guatemala no lo es. Somos un país de tercer mundo con una población que en su mayoría vive en extrema pobreza, del día a día y que tendrá más muertes por desnutrición infantil y por otras enfermedades que por la COVID-19.
—También le aconsejaría que tenga un grupo de asesores notables que lo guíen bien. Muchas de sus decisiones han sido improvisadas y sin sentido común. Por ejemplo ¿por qué no utilizó el Centro Médico Militar como hospital sede cuando este es un elefante blanco que el Estado mantiene? Tampoco utilizó las instalaciones del Mariscal Zabala, que es una base militar con toda la infraestructura para albergar a gran cantidad de personas. Las decisiones presidenciales han sido tomadas sin pensar todos los efectos colaterales que causan.
—El Presidente se ha desgastado al abrir hospitales mediocres que no funcionan, sin la infraestructura ni los recursos humanos para funcionar. Los médicos del hospital del Parque de la Industria ya se manifestaron sobre las carencias y la inadecuada infraestructura del lugar porque ese sitio nunca fue diseñado para eso.
—Yo le aconsejaría al Presidente que establezca los protocolos de salud y seguridad ocupacional en las empresas y que empiece a abrir el país inmediatamente; que lo haga por fases para que todos los involucrados planifiquen y se preparen para la reapertura. No puede ocurrir de nuevo lo que sucedió el viernes del primer cierre total (15 – 17 de mayo): ninguna tienda de barrio estaba abastecida para la alta demanda. Era quincena y a la mayoría de personal le iban a pagar el 15 de mayo para comprar su canasta básica. Esto provocó que muchas tiendas de barrio subiera el precio de los productos porque nunca una tienda va a vender más barato que un mercado.
—Otro consejo que le daría al Presidente es que, si quiere ejecutar el financiamiento para las micro y medianas empresas, cambie el banco CHN. No es un banco con la capacidad ejecutora necesaria. Seleccione un banco como Banrural, que tiene la cobertura de agencias y el personal para ejecutar su estrategia de financiamiento. Menciono Banrural porque el Estado tiene participación accionaria en ese banco.
—Además, también le diría haga una amnistía fiscal para incentivar el pago de impuestos atrasados y que evalúe hacer una reforma fiscal. Podría considerar quitar el ISO y exonerar del ISR a aquellas empresas que se establezcan en los departamentos más golpeados por la calamidad. Esto atraería inversionistas al país.
—También le aconsejaría que disminuya el encaje bancario para que las entidades financieras puedan bajar las tasas activas y que los bancos puedan prestar al 4 por ciento anual. Esto haría que las micro y medianas empresas de verdad puedan tener acceso a capital fresco para volver a operar.
—En cuanto al manejo de los contagios, le diría que descentralice el manejo de la crisis. En Estados Unidos y otros países, como Alemania, solo están trasladando a los hospitales a las personas que presentan síntomas graves. Tengo amigos en ambos países y, cuando su prueba de contagio resultó positiva, hicieron la cuarentena en su casa. Claro, con la debida supervisión semanal de las entidades de salud. En Guatemala hay muchos hospitales privados y sanatorios que pudieron ser contratados por el Estado para que prestaran servicios durante la crisis.
—Por último, aconsejaría al Presidente para que supervise la eficiencia en la ejecución de los recursos asignados por el Congreso. Debe hacer responsables a sus Ministros por la no ejecución presupuestaria. Fue bochornoso ver a los médicos poner en evidencia que no se les habían pagado sus honorarios desde marzo. Ellos están arriesgando su vida y la de sus familias al estar al frente de la línea de batalla.