Mientras muchos trabajan en el desarrollo de una vacuna contra el Covid-19, el Institut de Salut Global de Barcelona, ISGlobal, ya busca la manera de que esta pueda ser accesible en todo el mundo, pues el tema de la patente podría generar grandes dificultades.
Rafael Vilasanjuan, director de Análisis y Desarrollo Global del centro, así como la doctora en Inmunología, Adelaida Sarukhan, han preparado una carta abogando por financiamiento público y privado que permita crear, producir y distribuir la vacuna. Un proyecto de gobernanza que refuerce a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para flexibilizar la patente.
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Vilasanjuan señala la importancia de priorizar la salud pública delante de los intereses comerciales para no afrontar el mismo problema que hubo por la competencia entre países al tratar de conseguir mascarillas y equipos de protección.
El difícil camino por conseguir la patente
Tras las intensas pruebas, podrían resultar dos o tres vacunas efectivas, de distintos laboratorios y el problema será conseguir suficientes de estas para todo el mundo. Ningún lugar tendría la capacidad de una producción tan masiva.
El aspecto más crítico podría ser la patente. Su propuesta es que haya una cesión de licencia de producción a precios accesibles en países pobres y en desarrollo. De esta manera podría ser producida en muchos lugares.
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Además, el experto recomienda que el proyecto ACT-Accelerator es vital. Este se trata de una plataforma de entidades públicas y privadas que reforzarían a la OMS a la hora de controlar la producción y aplicación de la vacuna, asegurándose que sea distribuida en todos los países.
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