Un aficionado del club brasileño Angra dos Rei, viajó durante siete horas para ver jugar a su equipo contra el Ceres, en un juego de la tercera división del fútbol de Río de Janeiro.
Daniel Oliveira salió de su casa a las 7:40 de la mañana, tomó tres buses, un tren y caminó tres kilómetros para ver jugar a su equipo, siendo el único aficionado que apoyó a su equipo.
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Una vez en el lugar Oliveira se hizo notar. "Grité oleeeeeee solo. Celebré los goles, le pedí al árbitro un penal y se dio vuelta para mirarme, y al final volví con tres puntos. Hasta el técnico Leandro Silva dijo que mi presencia allí había sido importante para el equipo", dijo, tras celebrar el 4-0 a favor de su equipo.
El joven aficionado se hizo viral en Brasil cuando se dio a conocer su historia, y el club de sus amores le dedicó un mensaje en su cuenta de Twitter: "¡No tenemos grandes conquistas, no tenemos una hinchada numerosa, pero estamos seguros de que nunca estaremos solos!"
Não temos grandes conquistas, não temos torcida numerosa, mas temos a certeza de que nunca estaremos sozinhos! #Obrigado #VamosAngra pic.twitter.com/lWdhXT4FeA
— Angra dos Reis EC (@angra_ec) 6 de junio de 2017
El amor de David por el equipo tiene una peculiar historia que inició a raíz de una tragedia. Cuando en 2009 cayó un fuerte temporal en Angra dos Reis, él y su familia perdieron su casa, por lo que se vieron obligados a vivir en el estadio local, pero su padre no lo dejaba ir a todos los partidos.
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Cuando su familia se repuso de la pérdida se mudó, y en su nueva residencia conoció a un vecino que siempre acompañaba al equipo, le pidió que lo acompañara y desde entonces nunca se perdió un partido.
*Con información de Infobae