Jessica Álvarez, llevaba una vida normal hasta inicios de este año, de ser una adolescente con preocupaciones del día a día, pasó a luchar por su vida luego de ser detectada con una seria enfermedad renal.
Su padre, Don Rubén Álvarez, le contó a Soy 502 su historia. Jessica, colapsó el 22 enero de 2018, luego de visitar médicos de emergencia, le dieron el diagnóstico en el hospital de Quetzaltenango: Insuficiencia Renal. A sus cortos 15 años comenzó la batalla de su vida.
Un doctor me dijo: “vea, señor, con su hija no se puede hacer nada”, pero no íbamos a rendirnos, buscamos una segunda opción y la conclusión fue que la única vía para poder mantenerla era con un trasplante; esa cirugía cuesta Q250 mil”.De Quetzaltenango los remitieron a UNAERC en la capital y ahí empiezan los análisis y la seguidilla de malas noticias.
"A los pacientes renales los dividen en 3 categorías: 60%, 40% y abajo de 10% de función renal. Jessica tiene un 6% de función renal (y sigue disminuyendo). Luego de ubicarla en esa categoría el médico me preguntó: ¿qué va a hacer con su hija?, yo solo podía: luchar".
"Mi hija ya pasó por una parte de su tratamiento, ya sufrió con cirugías, ya recibe diálisis, pero para que viva ,debe someterse a un trasplante", afirma Don Ruben.
Si Jessica se añade para esperar en listados trasplantes posiblemente no sobreviva. “Un doctor me dijo: si usted lo hace, la niña se le muere, la cadena de espera es de 4 a 6 años para el transplante y mi hija solamente tiene una expectativa de vida de 3 años”
Aquí Don Rubén para un momento al relatar la historia, es muy difícil de contar y repetir. Hace una pausa larga y continúa: “Me doy cuenta de la posición en la que estoy, mi única alternativa es la vía privada, el protocolo de prueba cuesta Q40 mil para analizar donantes, no puedo pagarlo ni puedo ser donante. Mi papá también necesita un trasplante de riñón, yo padezco del corazón y no puedo donarle, también tengo problemas renales, es un problema congénito.”
Con la voz quebrada, sigue contando que han presenciado un milagro y que se acercó a ellos un donante, una persona que solo pide permanecer en el anonimato y que está dispuesta a ceder un riñón para darle vida a Jessica. “Dios puso en el camino a esta persona, ¡Estamos felices, mi hija está feliz! Aún falta un camino por recorrer y exámenes que se deben hacer, pero seguimos adelante”.
Sin embargo, aún falta la parte más difícil, reunir medio millón de quetzales para darle un riñón a su hija, ese es el precio del transplante y la familia está dispuesta a luchar.
"Mes a mes mi hija necesita Q6500 para sus tratamientos, no puedo generar el dinero a la velocidad que mi hija los necesita y me veo en la necesidad de pedir ayuda. Juro que haré todo lo posible por salvarle la vida a mi hija”.
Jessica y su familia tienen una carrera contra el tiempo, y es momento de apoyarla, momento de permitirle, con tu aporte, vivir más tiempo, seguir con sus sueños y deseos.
Para apoyarlos puedes depositar en la cuenta número 33 13 01 93 79 de Banrural a nombre de Jessica Álvarez. O bien comunícate al teléfono (502) 4394 7331 con Rubén Álvarez.
El padre de la joven cierra la entrevista con esta frase: “La persona valiente aquí se llama Jessica Álvarez. Cirugía, riesgos y medicamentos, nada la ha detenido. Yo estoy plenamente convencido de que mi hija lo va a lograr”.
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