José Fernando Álvarez Granados fue asesinado durante la madrugada del pasado domingo dentro del campus central de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac). Su cadáver fue hallado abandonado en el asiento trasero de su propio vehículo. Tenía 11 impactos de bala en el cuerpo. El principal sospechoso de su asesinato es Porfirio Gómez Pérez, un agente de vigilancia de dicha universidad.
La víctima era abogado, exsecretario de finanzas y exasesor jurídico de la transitoria Asociación de Estudiantes Universitarios Universitarios (AEU) "Oliverio Castañeda de León". Por medio de una publicación, los dirigentes de la anterior AEU lamentaron el asesinato.
La Policía Nacional Civil (PNC) capturó a Minor Roberto Cadenas del Cid y Andrés Gilberto Aguilar Hernández, compañeros de Gómez Pérez. Los tres exagentes se encontraban dentro del campus universitario durante el fin de semana pasado haciendo turno de vigilancia.
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Dos capturados y un prófugo
Los exagentes de seguridad capturados tenían cerca de 30 años de laborar para esta casa de estudios, excepto Gómez Pérez que llevaba aproximadamente 12 años.
Según Leonel Medrano, jefe de seguridad de la Usac, Cadenas del Cid le llamó por teléfono 13 horas después del asesinato.
"Me habló el domingo a las 14:19 horas de la tarde y solo hablamos como 3 minutos. Él me dijo que fue Porfirio quien le disparó y metió al carro el cuerpo del abogado. Para cuando Cadenas me llamó, el Ministerio Público ya estaba dentro de la USAC investigando", dijo Medrano.
El jefe de seguridad explicó que Minor Roberto Cadenas del Cid estaba como jefe de turno durante el fin de semana. Andrés Gilberto Aguilar Hernández era el piloto designado de la patrulla que manejan los agentes y Porfirio Gómez Pérez era el copiloto.
Medrano dice que desconoce los detalles de cómo sucedió el crimen. Pero hace referencia a que desde que ya no cierran las puertas de ingreso al campus durante la noche, a los agentes se les complica controlar quiénes ingresan a las instalaciones. Tampoco se ha establecido la razón por la que Álvarez Granados podría haber estado en el campus universitario durante la madrugada del domingo.
Agentes desarmados
Medrano indicó que los tres agentes descansaron el lunes y el martes se presentaron a trabajar. Ese día, recibieron la orden de desarmar a todos los agentes de vigilancia de la Usac. Los dos capturados y el agente prófugo se encontraban vigilando la entrada de acceso ubicada en la Avenida Petapa.
Pero Porfirio Gómez se habría escapado. "La orden la recibimos en la tarde y desarmamos a los agentes. Si él sabía que había cometido un delito, seguro ha de haber imaginado que iban por él, por eso se escapó". Medrano dice que no han ocultado información y han colaborado con los investigadores que estaban tras el caso desde el domingo.
Las autoridades de la USAC emitieron un comunicado para informar que están colaborando con el Ministerio Público (MP). "La problemática de la inseguridad en el campus universitario es resultado del abandono que se ha tenido desde hace varios años y actualmente trabajamos fuertemente en resolverla”, se señala en la publicación.
Entre las medidas de vigilancia que planean aplicar se encuentran: instalación de cámaras de seguridad, botones de pánico e instalación de lámparas y reflectores. También regularizar el ingreso y egreso al campus mediante el uso de molinetes en las garitas principales y procesos de identificación para todas las visitas.
Asesinato en el campus
Durante la audiencia de primera declaración, el Ministerio Público reveló que el asesinato ocurrió en el interior del campus universitario, entre los edificios T8 y la sede de la AEU. El cuerpo fue sacado del lugar en el vehículo de la víctima y lo dejaron abandonado en la avenida Petapa y 35 calle zona 12. Parte de estas acciones quedaron grabadas en videos que la fiscalía presentó como evidencia.
La fiscal continúo describiendo que, según se observa en los videos, Porfirio Gómez Pérez es el guardia que disparó contra Álvarez. Porfirio Gómez actualmente se encuentra prófugo.
- LA AUDIENCIA:
La descripción del Ministerio Público es que después de sacar el cuerpo de la víctima, los guardias regresaron a la escena del crimen y colocaron arena encima de la sangre que quedó para ocultarla. También recogieron los cascabillos.
La fiscalía solicita en el Juzgado Octavo de Primera Instancia Penal que los dos hombres enfrenten proceso penal por homicidio.