Aproximadamente siete meses después del despegue, el último vehículo de la NASA con destino a Marte, Perseverance, aterrizará este jueves 18 de febrero en el planeta rojo.
EN CONTEXTO: La NASA lanzó su rover "Perseverance" que buscará vida en Marte
El rover aún tendrá que sobrevivir a "siete minutos de terror", como se ha dado en llamar a la maniobra ultra peligrosa que precede a su aterrizaje en Marte.
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La ubicación elegida, el cráter Jezero, es el lugar de aterrizaje más peligroso jamás intentado. En siete minutos, el vehículo debe pasar de una velocidad de 20,000 km/h a 0.
Diez minutos antes de ingresar a la atmósfera de Marte, se separará de la etapa de crucero, que le suministró combustible durante el viaje. El rover quedará entonces conectado exclusivamente a la etapa de descenso, protegidos ambos por dos escudos, el inferior térmico.
A unos 130 km de la superficie de Marte, la misión entrará en la atmósfera a una velocidad de 20.000 km/h. La fricción elevará la temperatura a 1,300 °C. El escudo inferior protegerá al rover de este calor infernal. Sin embargo, la atmósfera no es suficiente para ralentizar la nave, que todavía va a 1,500 km/h.
A una altitud de unos 11 km, en un momento oportuno calculado en función de la distancia que quede hasta el lugar de aterrizaje, se desplegará un paracaídas de 21 metros de diámetro, ubicado en el escudo superior.
Esto frenará el aparato hasta unos 300 km/h y 20 segundos después de abrir el paracaídas, se soltará el escudo térmico: el vehículo que estaba protegiendo queda expuesto por primera vez a la atmósfera de Marte.
Tecnología nueva
Al quedar expuesto, el Perseverance utilizará una tecnología totalmente nueva, denominada "Navegación Relativa al Terreno" (TRN): las imágenes grabadas en directo por las cámaras de el rover se comparan con mapas grabados en su sistema y se predefinen las zonas peligrosas a evitar. Teniendo en cuenta estos datos, se decidirá dónde aterriza el rover.
Ubicado en lo alto del rover estadounidense Perseverance, la SuperCam, diseñada por científicos franceses, estudiará las rocas marcianas con su rayo láser y un micrófono, en busca de huellas de una vida pasada en el planeta rojo.
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Otras dos herramientas europeas, el español MEDA y el noruego RIMFAX, se usarán para medir los parámetros atmosféricos de Marte y explorar su subsuelo, respectivamente.
Del tamaño de una caja de zapatos y con un peso de cinco kilos, SuperCam va a desplegar sus "superpoderes" desde lo alto de un mástil, con herramientas adicionales de análisis y control estadounidenses, colocadas en el cuerpo del robot.
"Es un método de vigilancia geofísica, que indicará dónde tomar una determinada muestra y examinar su entorno", explica a la AFP el astrofísico Sylvestre Maurice, del Instituto de Investigación en Astrofísica y Planetología (IRAP), que diseñó el instrumento.
Su hermana mayor, ChemCam, que sigue activa en el explorador estadounidense Curiosity desde 2012, probó que Marte era habitable. Ahora le corresponde a Perseverance encontrar huellas de vida.