A seis meses de la muerte de Robin Williams, la viuda y los hijos del actor se encuentran enfrentados en un pleito legal acerca del patriomonio del actor, publica este martes The New York Times
Antes de morir, Williams había aclarado cómo quería que se dividiera su fortuna de $45 millones, pero su tercera esposa, Schneider Williams, quiere impugnar el testamento.
En los documentos presentados en la Corte Suprema de San Francisco pide excluir los $7 millones que vale la casa donde convivía con el actor.

Argumenta que su esposo quería que se quedara con la residencia, situada en Tiburón, al norte de San Francisco, y que Williams había destinado para sus hijos, Zac, Zelda y Cody –de matrimonios previos– los bienes que guardaba en una propiedad en Napa, California.

La prensa que ha tenido acceso a la demanda, menciona que está en juego, no sólo una parte de la riqueza que el Sr. Williams acumuló durante su carrera de 40 años en cine y televisión, sino también preciadas pertenencias que incluyen su ropa, coleccionables y fotografías personales.