Con voz enérgica y su típico carácter explosivo, el presidente Alejandro Giammattei prometió una guerra contra los grupos delincuenciales. Sin embargo, dos años después la violencia va en aumento.
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Era el 14 de enero del 2020. Giammattei esperaba intranquilo en el Gran Teatro Miguel Ángel Asturias donde sería juramentado como el nuevo Presidente de Guatemala.
Su discurso estuvo lleno de promesas, una de ellas fue declarar a los delincuentes e integrantes de los grupos denominados "maras" como "terroristas". Su voz fue fuerte y tajante al manifestar: "Ha llegado el momento de que haya paz, hay llegado el momento de acabar con esa gente que ataca y extorsiona".
Tres días después de asumir la presidencia el mandatario decretó Estado de Prevención en los municipios de Mixco y San Juan Sacatepéquez durante seis días. De inmediato se desplegó un fuerte contingente policial con presencia del Ejército y del Ministerio Público (MP). Y así continuó en otros municipios.
Para Walter Menchú, investigador en temas Sociales y de Seguridad del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), estos operativos no fueron suficientes. Consideró que el impacto fue temporal y no logró su objetivo: Atacar de raíz las estructuras criminales.
El que se haya focalizado la atención en los municipios más violentos fue positivo, dijo Menchú. Pero, consideró que tuvo un efecto temporal que no fue sostenido en el tiempo y que sólo sirvió para mostrar que estaba haciendo algo con el fin de alcanzar legitimidad.
Al alza
Luego de 21 meses que Giammattei asumió el cargo la violencia criminal sigue igual y en lugar de disminuir, la tendencia es hacia el alza.
Durante todo el 2020 se reflejó una considerable caída de los hechos criminales, pero fue producto del confinamiento decretado para contener la propagación del Covid-19. No obstante, este año las movilidad se ha restaurado casi en su totalidad y con ello también la violencia.
Cifras del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) muestran cómo las muertes por delincuencia están llegando a niveles similares a los que se tendían antes de la pandemia.
A septiembre del 2021 el Inacif ha realizado 368 necropsias asociadas a hechos criminales. Si bien el año pasado fueron sólo 292, la cifra de este año es similar a los 373 casos que se registraron durante el 2019 cuando no habían restricciones por el Covid-19.
En su Plan Nacional de Innovación y Desarrollo presentado por Giammattei como guía de las acciones que implementaría como Presidente, se reconoce Guatemala es uno de los países con peores índices de criminalidad (0.72 de 10) en el mundo y se indicó que "estamos dentro de las 13 naciones de 198 con más criminalidad, junto con México, El Salvador, Irak y Afganistán".
Incluso, en su plan el "pilar" número tres tenía que ver con recuperar la "Gobernabilidad y seguridad en desarrollo".
Sin embargo, las cifras de necropsias realizadas por el Inacif reflejan una realidad completamente diferente a la promesa de campaña y del Plan de Gobierno. En lo que va del año, se han desarrollado 368 necropsias relacionadas con hechos criminales.
De estas, 219 han sido asesinatos con arma de fuego, si bien ha habido una disminución, las cifras muestran cómo las muertes investigadas por asfixia y estrangulamiento tuvieron un incremento, incluso superior a los últimos nueve años con 111 necropsias realizadas, mientras que los fallecimientos provocados con arma blanca se mantienen.
Después de Guatemala, que representa el 37.5% del total de las necropsias relacionadas con hechos criminales, el departamento de Escuintla sería el segundo más violento con el 11.7%, seguido por Chiquimula y Jalapa, ambos con el 6% cada uno; Chimaltenango, 5.4%; y Petén, 5.2%.
Sin embargo, hay que resaltar que el Inacif publica los datos de las sedes periciales donde se realizó la necropsia y no el lugar donde se localizó el cadáver, por lo que no se puede precisar en dónde habría ocurrido el crimen.
Lanza alerta
Carlos Mendoza, investigador en el Observatorio de Diálogos, lanzó una voz de alarma: "Hay un repunte de la violencia homicida", incluso indicó que se superó la tendencia registrada en 2019, pese a que en ningún día de este año había ocurrido algo similar.
"En casi 40 días ha habido un incremento del 27% que inició el 2 de septiembre. En casi todo este año se ha estado arriba del 2020, que es lógico porque hubo restricciones de movilidad, pero comparado con el 2019 el incremento es preocupante", manifestó Mendoza.
Para el investigador, las causas de este repunte tendrán que explicarlas las autoridades del Ministerio de Gobernación y de la Policía. Posiblemente este aumento de violencia motivó el cambio en la Dirección General de la Policía Nacional Civil (PNC).
Empero, consideró necesario que las autoridades realicen labores de inteligencia para identificar los lugares donde se está incrementando la violencia y focalizar los esfuerzos allí, para neutralizar a las organizaciones que están operando, "como se intentó al principio del Gobierno con el Plan de Recuperación y Control, pero ahora con medidas efectivas y de largo plazo".
La tendencia al alza también es reflejada por la Coalición por la Seguridad Ciudadana, quienes muestran cómo la cantidad de homicidios subió en agosto de este año, pese a que la tasa interanual de homicidios por cada 100 mil habitantes muestra una disminución por segundo mes consecutivo.
Menchú, quien representa a Fundesa que integra la Coalición, explicó que, si bien, hubo una reducción "drástica" a inicios del Gobierno y en la etapa de confinamiento se dieron los niveles más bajos, desde julio se ha observado un incremento en los hechos delictivos, al nivel que en enero hubo cifras récord en el incremento de violencia homicida.
"Durante el confinamiento del año pasado hubo una reducción considerable, pero no era sostenible porque no se atacaban los problemas de fondo. Ahora vemos un cambio, hasta en las características y la forma visible en que se están realizando los ataques relacionados con temas de extorsiones", lamentó el académico.
Además, Menchú dijo estar preocupado porque no sólo se está viendo un incremento en la violencia y en la delincuencia, sino que también se observa "un debilitamiento en los organismos encargados de velar por la seguridad que no es tan visible, sino que real".
"La delincuencia se está volviendo a reactivar junto con la movilidad, mientras que no se ve lo mismo en las autoridades y en cuanto a las estrategias que están implementando para enfrentar estos incrementos. Si no hacen nada, los delincuentes tienen carta blanca para hacer las cosas con total impunidad", condenó.
Tanto para Menchú, como para Mendoza, las autoridades de Gobierno tienen que implementar los mecanismos de inteligencia ciudadana para localizar a las organizaciones criminales y los lugares donde está habiendo un incremento para poder atacar el fondo.
"Se impulsan medidas de corto plazo. Incluso, en anteriores gobiernos se había calmado (la violencia), pero estamos viendo que al Gobierno no le interesa qué está pasando... lo peor es que estos incrementos serán sostenibles y en lugar de ir a la baja, irán en aumento porque no hay anticipación ni reacción inmediata", lamentó Menchú.
Es percepción
Sin embargo, para el vocero del Ministerio de Gobernación, Pablo Castillo, se trata de "pura percepción", ya que, de acuerdo a sus cifras, "la tendencia de homicidios continúa a la baja".
Según una presentación realizada por el ministro de Gobernación, Gendry Reyes, el 8 de septiembre, se observa un leve incremento en la tasa de homicidios, pues pasó de 15.19 por cada 100 mil habitantes en diciembre del 2020, a un 15.86 en agosto de este año, pero comparado con el 2019 se muestra una baja considerable.
"La tendencia continúa a la baja, la percepción no es la más adecuada. Se está trabajando con la prevención al delito por parte del Tercer Viceministerio. Además, se impulsan campañas para tener la participación ciudadana en el combate a la violencia y creando la cultura de denuncia. A la PNC le corresponde la prevención y el combate y a la ciudadanía la denuncia", detalló.
Algo similar manifestó Reyes ese 8 de septiembre. Durante la presentación resaltó únicamente logros, las detenciones realizadas y el trabajo coordinado entre las instituciones internas y externas al Ministerio de Gobernación (Mingob), al extremo que dijo haber desarticulado 14 estructuras relacionadas a la extorsión y seis homicidas, tres de secuestro, una de asesinato, entre otras.
No obstante, reconoció que los municipios de Guatemala, Mixco y Villa Nueva son en donde más incidencia criminal se registran a nivel nacional, pero dijo que han impulsado acciones de inteligencia para reducir los homicidios, pero argumentó que los hechos homicidas varían. Por ejemplo, hay más los fines de mes o de quincena, las noches y los asuetos.
"Es un promedio de seis a ocho homicidios diarios, pero también hay días que hay uno, dependiendo de los factores externos", manifestó el ministro.
Mientras que el viceministro de Prevención, Carlos García, anunció que se abrirían, por lo menos, diez oficinas Municipales para la Prevención de la Violencia y el Delito que se trabajarán en conjunto con los alcaldes, la primera se abrió en Villa Nueva y servirán para la recolección de información que permita prevenir la delincuencia.
Soy502 buscó una posición del Ejecutivo, pero la secretaria de Comunicación Social de la Presidencia, Patricia Letona, no respondió los mensajes enviados.