Durante varios allanamientos efectuados la semana pasada, la Policía Nacional Civil (PNC) localizó a una menor de edad y su bebé en una residencia supuestamente utilizada por pandilleros del Barrio 18 en Villa Lobos II, en el municipio de Villa Nueva.
Las autoridades confirmaron que ambas, tanto la adolescente de 17 años y el bebé de 4 meses de edad, tenían una alerta Alba-Keneth activa desde el pasado 6 de junio de este año, por lo que coordinaron con la Procuraduría General de la Nación (PGN) para gestionar su resguardo.
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— PNC Guatemala (@PNCdeGuatemala) 30 de agosto de 2018
Durante uno de los allanamientos se reporta que en Villa Lobos II, se localizó a una menor de 17 años y un bebé de 4 meses (madre e hijo) con alerta Alba-Keneth desde el 6 de junio del 2018. #PNCProtegerYServir
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En el lugar donde la PNC ubicó a las menores se localizaron municiones, una lista de números de teléfono, presuntamente para extorsión, pasaportes y chips para teléfonos celulares, mismos que las autoridades ya investigan.
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El @mingobguate a través de Investigadores de #PNC en coordinación con el Ministerio Público, realizan allanamientos en los departamentos de Guatemala y Retalhuleu, en búsqueda de indicios que fortalezcan la investigación que se realiza en contra de pandillas.
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Según los primeros análisis, en esa residencia se resguardan pandilleros de la clica Crazy Gangsters de dicha pandilla, una de las más peligrosas en el país.
La verdad sobre los tatuajes
Medios de comunicación televisivos informaron ese viernes que el bebé tenía en distintas partes del cuerpo tatuajes similares a los que utilizan los miembros de la pandilla 18, situación que fue negada por la PNC "ya que nosotros nunca revisamos al menor, eso quedó en manos de la PGN", explicó Pablo Castillo, vocero de la PNC.

La versión también fue respaldada por la procuradora de la Niñez de la PGN, Lucrecia Prera, quien explicó que en la Unidad Operativa de la alerta Alba-Keneth se observó mientras la madre aseaba a su hijo que el mismo no presentaba dichos tatuajes.
"En la Unidad Operativa se le verifica el estado de salud de los menores, y mientras la progenitora le cambiaba la ropa a su bebé se logró observar que no presentaba ninguna marca", argumentó Prera.
La PGN confirmó que un juzgado determinó que la menor y su bebé fueran enviadas a un hogar de resguardo al no localizar un recurso familiar idóneo para el cuidado de ambas.