El VAR fue el principal protagonista en el triunfo de la Juventus de Turín 2-1 sobre la Sampdoria.
El árbitro central del partido se apoyó tres ocasiones en la tecnología para tomar una decisión sobre acciones determinantes en el juego: dos penales y un fuera de lugar en una jugada que había terminado en el empate para los visitantes.
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El delantero portugués Cristiano Ronaldo adelantó a la Juve apenas al primer minuto de juego, en el único gol alejado de la polémica.
Sin embargo, al 33, Emre Can tocó el balón con la mano dentro del área. A un principio el central no había marcado nada, pero los asistentes del videoarbitraje le solicitaron que volviera a ver la acción en el monitor y cambió su decisión.
Fabio Quagliarella fue el encargado de marcar la pena máxima.
Al 65, de nuevo se hizo presente la polémica cuando el árbitro necesitó recurrir al VAR para ratificar un penal que había marcado a favor de la Juve. El central marcó una mano de Praet y CR7 no perdonó.
Y cuando el partido estaba por terminar Riccardo Saponara había hecho el gol del empate, pero el árbitro lo anuló por un fuera de lugar.
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