Lionel Messi tuvo un gran partido, pero no pudo marcar y terminó eliminado de la Copa del Rey, junto al Barcelona, a costa del Athletic de Bilbao.
En San Mamés, un gol de Iñaki Williams al minuto 90+2 le dio la clasificación a los locales y dejó al Barça con las manos vacías.
El capitán blaugrana pudo cambiar la historia, fue al frente y se mostró muy participativo, sin embargo erró en lo más importante: el gol.
Cuando el árbitro pitó el final del partido todas las cámaras se fueron con el astro argentino.
Messi no escondió su tristeza, se mostró molesto y desilusionado.
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