La Navidad es una fecha muy esperada alrededor del mundo. Sin embargo, la forma de festejar puede variar de una cultura a otra.
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Los pobladores de los diversos países exponen en sus mesas y en sus actos todos los rituales que han mantenido a lo largo de los años. Hábitos sencillos y otros un tanto curiosos enmarcan un festejo que tiene a grandes y chicos expectantes.
En Noruega, se utilizan tres platos durante la cena: debajo del primero, se coloca un anillo. En el segundo, una moneda y en el tercero, una llave. Al terminar la velada, los comensales deben mezclar los platos y elegir uno de ellos.
Si aparece la llave, el Año Nuevo traerá una casa; si lo que se descubre es el anillo, se cree que habrá una boda o simplemente seguirá enamorado. En cambio, si aparece la moneda, el dinero no faltará y los buenos negocios tampoco.
Los mujeres solteras de República Checa lanzan zapatos de espaldas para predecir si el año siguiente contraerán matrimonio. Todas salen de la casa y se colocan de espaldas a la puerta, lanzando un zapato por encima de sus hombros derechos. Si el zapato cae con la punta hacia la puerta, quiere decir que la mujer se casará el año siguiente. De lo contrario, deberá esperar otro año más.
Los venezolanos celebran la Navidad en las calles, playas y parques. Muchos acuden a la iglesia sobre patines la mañana del 25 de diciembre. La costumbre se popularizó tanto que las rutas de la capital se cierran para que los ciudadanos puedan trasladarse de esa manera tan curiosa sin sufrir complicaciones en el tránsito ni poner en riesgo su vida.
Aunque para los japoneses el 25 de diciembre no es una fecha especial, el 23 es festejado desde 1974. El origen se remonta a que en ese año Kentucky Fried Chicken lanzó una campaña de publicidad en el país con el eslogan "Kentucky por Navidad".
Desde ese año, varios los japoneses se reúnen con familiares o amigos para comer pollo frito. El menú especial está personalizado con motivos navideños y ofrece el mejor pollo para darse un buen festín.
En Groenlandia, los preparativos de la Navidad son pensados con varios meses de anticipación. Tanto es así que en esta época se come el Kiviak, un plato hecho con la carne cruda del alca (un ave de caza acuática), la cual ha sido enterrada bajo una piedra enrollada en piel de foca por varios meses hasta que haya alcanzado un avanzado estado de descomposición.
Los yules son unas figuras de pequeños duendes que, según la leyenda, habitan en las montañas de Islandia. Los niños dejan sus zapatos en las ventanas de sus habitaciones y estos "duendes", durante 13 días, le colocan diferentes regalos.
En Portugal se acostumbra poner platos extra para la cena, pero no es para atender a invitados inesperados, sino para recordar que los seres queridos que han muerto también merecen un plato de comida en la celebración.
*Con información de Infobae
